REBOCATO POR LAS IRLANDAS
Hete aquí que ante la petición a un guía
español, durante una excursión facultativa en la República de Irlanda, con el
fin de que les recomendara algún Pub en Dublin en el que hubiera, o hubiese, actuaciones
de música celta en vivo y en directo, Rebocato y sus tres acompañantes (la
contraria de él, la hermana de él y el marido de esta) se dirigieron, esa misma
noche, a uno de los Pubs que les sugirió el guía.
Al entrar en el Pub, barruntaban que aquello
pintaba bien ya que, detrás de ellos entró un tipo con guitarra y comentaron: “Si
que vemos actuación musical en vivo esta noche”.
En
la planta baja del Pub, se encontraba un pinchadiscos (DJ para los modernos y
bilingües) poniendo una música sicodélica bastante rarita. Piden, nuestros
cuatro anhelantes de música celta, unas cervezas en la barra y se sientan tan
felices con sus pintas, físicas y de cerveza, alrededor de una de las mesas existentes. Se hacen las fotos de rigor con ayuda de un amable lugareño y observan
que las gentes del lugar empieza a desfilar escaleras arriba a la planta alta
del PUB (allí se pronuncia, más o menos, “POB” en vez de “PAB”, es lo bueno que
tiene el viajar, que o te pule, o te confunde, o ambas cosas a la vez).
Al rato y ante la migración general, de los
clientes del Pub, hacia el piso de arriba, Rebocato envía a su hermana a
inspeccionar y a la vuelta de la misión, esta, les comunica, a sus acompañantes
procedentes de Spain, que arriba van a actuar, no obstante, les anuncia que, ha tenido que mantener
el tipo, tanto a la subida como a la bajada de la escalera de acceso, ante las
sendas parrafadas, de mírame y no te menees, que amablemente le ha soltado el vigilante de la puerta y en
inglés por supuesto, aunque la
exploradora de avanzadilla de inglés nastic de plastic, eso sí les apunta que, atención le ha prestado mucha al muchacho, más que nada por no hacerle un feo.
Se van las dos parejas heterosexuales con las
pintas de cerveza en ristre tras la pista de la marabunta, cual borregos tras el pastor,
y arriba observan que ya está prácticamente todo el mundo acoplado en sus
sillas y mesas, quedándose ellos de
pie -sin encontrar ubicación en mesa ni asiento alguno- un tanto alelados y
alejados del escenario, esperando a que empiece la función.
Un atento nativo empleado del local, al verles en esa situación, les
agencia unas sillas y los ubica en una mesa justo al lado de la tarima del escenario,
ante la atenta mirada de los lugareños.
Sale a continuación a escena un "tipet" dicharachero
que empieza a hablar y a hablar, en Inglés por supuesto (Irlanda, al independizarse del Reino unido como República, dejó un tanto de lado su original idioma Gaélico y se centró en el Ingles que tiene más salida), más que un “sacamuelas de los de
antaño” -como dice el dicho de aquí de Spaín-, al que no se le entiende ni
“atao”, como apuntaba el malogrado Carlos Cano en su canción “El Salustiano”:
Pie de foto: Tiempos aquellos en los que exportábamos a Alemania destripaterrones, oficio que ejerció Rebocato en nuestro pueblo castellanoviejo. Vamos por el buen camino, ahora por "el impulso aventurero de la juventud" (según la secretaria general –PP– de Inmigración y Emigración), emigran los jóvenes titulados, con idiomas y másteres incluidos.
Dado el escaso conocimiento de inglés (no así
de entendimiento y razón natural de lo cotidiano) de los paisanos de la “Armada
Invencible” (según los británicos, ya que en realidad en España se le definió,
a la Armada de marras, originariamente, como “Grande y Felicísima Armada” y
como sabemos bastante perjudicada, a su regreso a Spain, en las costas irlandesas por
los temporales) deducen que está haciendo la presentación de los artistas. Y,
efectivamente, presenta, pero no al grupo musical como esperaban ellos, sino a
otro tipet irlandés que sale a la palestra, trinca el micro y se lía a hablar
más que dos sacamuelas juntos y mucho más rápido aún que el speaker que le
precedió.
En
definitiva, el gozo de nuestros spanish en un pozo, pues eran actuaciones de
monólogos y ellos con cara de circunstancias esperando la música, es más, se
dan cuenta, los lugareños del lugar, de que nuestros cuatro amigos son guiris y
les pregunta el monologuista en inglés que si son spanish, estos afirman, y
empieza, aquel, a hablar de la paliza que les dimos, nosotros a ellos, dos días
atrás en el partido de fútbol de
la fase final de la Eurocopa de selecciones (España 4- Irlanda 0).
Mientras tanto, los spanish, impasible el ademán,
mantienen el tipo sonriendo y entendiendo al charlatán, solo a duras penas, o eso
al menos les parece, lo siguiente: “Xavi, Iniesta, gol… Xabi, Torres, gol…” y
poco más; todo esto transcurre durante unos minutos que se les hacen eternos,
hasta que el muchacho monologuista retoma el hilo del monólogo y prosigue con
su retórica.
Cuando acaba el monólogo sale de nuevo el
presentador y después de una larga parrafada, entra corriendo y dando saltos,
de entre el público, al plató el tipet del siguiente monólogo, y pese a que uno de los spanish (contradiciendo
a los otros tres) se negaba rotundamente a abandonar el magnifico pero
ininteligible espectáculo, ya que marcharse, según él, podría ser considerado como
una afrenta, con el riesgo añadido de ocasionar un posible conflicto
internacional o, en el mejor de los casos, bajar el prestigio de España en 5
puntos (hay que recordar que ya estábamos allí retratados con lo de Xabi e
Iniesta), lo que afectaría gravemente a la prima de riesgo; aún así, los
argumentos del amotinado los obvian Rebocato y las mujeres, y aprovechando el impase, trincan las
birras respectivas y arreando brisca los 3 spanish y el intransigente, que se añade a la fuga dado que es demócrata, se
encaminan escaleras abajo como alma que lleva el diablo, antes de que les den
el alto.
Ya sentados, de nuevo, en su antigua mesa de la
planta baja del Pub al abrigo del pinchadiscos psicodélico que sigue con su
murga, empiezan a descojonarse de la situación vivida allí arriba (en la
primera planta del POB, no con San Pedro, al cual, a pesar de no ser Rebocato,
en ese tiempo y lugar, creyente, le pide que les espere allí por muchos años).
Al
rato Rebocato se percata de que con las prisas se ha dejado arriba la mochila
su contraria. Al comunicárselo a la tropa se hielan las risas y, además, la
contraria, se niega rotundamente a subir a recuperarla alegando que le da como
sajadura, a pesar de que dentro de la mochila está, entre otras pertenencias,
su documentación.
Después de informarla de que si está
indocumentada no puede salir del país, ella, como el que oye llover, que se
queda allí a cuidar ovejas; Rebocato le recuerda que allí no hay pastores ni
perro que les ladre, que las ovejas van cada una a su puta bola (es cierto)
careando sin formar rebaño alguno en sus prados vallados respectivos; pero ya
sabéis, bueno es el mal llamado sexo débil para dar su brazo a torcer, y más
habiendo alcanzado ciertas edades.
A Rebocato no le queda más remedio que dar un
trago largo a su pinta de Guinness, la cual queda temblando como el jarro de
más de un azumbre de capacidad (ver la entrada de este Blog “Las ánimas
benditas del Purgatorio” publicado en agosto 2013), armarse de valor y encaminarse, de nuevo escaleras arriba, a escuchar los monólogos de marras. Una vez allí, se dirige,
por delante del escenario y agachado (sin llegar a reptar) para no perturbar a
los espectadores la visión del 2º monologuista que continua largando su
perorata en inglés (no sabemos para que quieren los irlandeses su gaélico, lo
mismo los catalanes con su independencia aparcarían, también, su idioma –latín
mal hablado, al igual que el castellano y otros-), hacia la mesa que ocupaban
antes, se sienta en uno de las sillas, que no han sido ocupadas a pesar del desalojo precipitado, y denota con alivio, tocando con disimulo con el pie derecho,
que la mochila continúa en su sitio debajo de la mesa. Conjetura para sus
adentros que en Spaín (España para los patriotas recalcitrantes no bilingües) a
buenas horas mangas verdes, a pesar del poco tiempo transcurrido desde su voluntaria
bajada, hasta la forzada subida, ya la hubieran distraído o al menos
registrado.
Barrunta Rebocato que la verdad es que la gente
en Irlanda es bastante confiada con respecto a los bolsos, chaquetas, mochilas,
u otras pertenencias personales, en los baretos, en ese tema están como
nosotros antes de la llegada de la Democracia a nuestro bendito País, y que conste que Rebocato aún se
considera demócrata, a pesar del enésimo reajuste del amigo Mariano debido, según él, a la rémora
de la herencia recibida que le dejaron los sociatas que aún le dura, y lo que te rondaré morena.
Aguanta impertérrito (Rebocato, aunque Mariano
también), sentado en su silla, poniendo cara como de que se entera de la
diatriba y cuando el muchacho monologuista termina y sale de nuevo el
presentador, Rebocato, aprovechando la coyuntura, trinca la mochila, se levanta, se dirige al presentador
le da la mano a la vez que musita: "zenkiuverimas" (gracias, para los no
bilingües) y se larga escaleras abajo, donde el trío de spanish, al avistarle, le recibe con
gran algarabia y choque de pintas al exhibir, él, agitándola en su mano la mochila de
marras.
Mientras tanto el DJ permanece imperturbable con
su música psicodélica y modorrera.
HistoriasdeRebocato@Junio-2012.
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