10 de noviembre de 2017

USTED NO ES JAPONESA

              
                    
                    USTED NO ES JAPONESA

   Allá por el año 2014, levantose, un domingo de una bonita y fresca mañana de febrero, nuestro amigo Rebocato. Trajinaba con su físico un tanto resacoso, ello a causa de haber estado la noche anterior de cena y jarana –mayormente impuestas– confraternizando, socialmente hablando, ya que él no es muy dado a andar metido en parrandas que acarrean futuros despertares un tanto complicados, debido a la falta de reacción favorable de su ya, entonces, castigado cuerpo, contradiciendo –físicamente hablando– lo que le acontecía, años atrás, cuando era un veinteañero.

      Después de un frugal desayuno en forma de ingesta de las clásicas galletas redondas de marca “María Fontaneda”, acompañadas, estas, de un vaso de simple manzanilla (de infusión, no nos referimos al vino blanco y seco que se cría y elabora, exclusivamente, en Sanlúcar de Barrameda). Nada tenia que ver aquello, con sus desayunos de verdad, cuando era soltero y residía en la Capital del Reino y donde al levantarse a las tantas los fines de semana, su segunda hermana, que ejercía a su vez de segunda madre, me le disponía, en un plato, una tortilla francesa y un tomate partido en dos, acompañado de un tercio de cerveza Mahou, con el fin de ir asentando el epigastrio.


     Una vez desayunado –en aquella mañana del mes en que, antaño, los romanos le tenían bajo la protección de Neptuno (a febrero, no a Rebocato)–, se enfiló, a través del pasillo, con su rumboso cuerpo –aunque un tanto perjudicado– desde el comedor hasta la salita donde se encontraba su ordenador de sobremesa, con el fin de leer los periódicos digitales, empezando por el de tirada local, mas que nada por si los excesos etílicos habían derivado en alguna pelea callejera –la pasada madrugada– de la que se hiciera eco la mencionada prensa local y que él no recordara en esos momentos.

    En uno de los diarios, de tirada nacional, en el apartado de Comunidad Autónoma, encontrose nuestro amigo con una noticia en pantalla que le llamó poderosamente la atención. La mencionada noticia en sí, relataba el rifirrafe, en la mañana del día anterior, entre una Diputada de las Cortes Valencianas con un número de la Guardia Civil, acontecido en un centro oficial de la capital de provincia ubicada en lo todo lo alto de la Comunidad Valenciana.

PD.- [Aquí, viene a cuento el recordar la entrada de fecha 31/05/2014 –de este mismo blog– la cual lleva por titulo: “Los motoristas” –perdón por la autopublicidad–, donde se relata el intercambio de impresiones que mantuvo Rebocato en la cuneta de la carretera comarcal de nuestro pueblo castellanoviejo, cuasi a pie de rastrojo, con un motorista de Tráfico de la Guardia Civil, donde nuestro amigo, asesorado por un hermano suyo mas mayor –este hoz en mano, decir que Rebocato ni sabia entonces que ya existía un himno en Cataluña con titulo: Els Segadors, canción que estos días arrasa por toda Cataluña– mantuvo el tipo, de aquella manera, a la ya madura edad de 11 años y pico, en canal ].

    Hete aquí el articulo que leyó Rebocato en el diario digital  El País, en el día de autos (no nos referimos a los famosos dibujos animados  "autos locos" donde aparecían: Pierre Nodoyuna, su simpático perro Patán, Penélope Glamour, etc. ya que, aún, faltaban dos años para que los estrenara en Televisión Española la productora Hanna-Barbera):


EL PÁIS

Albiol denuncia que un guardia no la atendió en valenciano

Valencia 1 FEB 2014 -
La diputada de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) en las Cortes Valencianas Marina Albiol anunció este sábado que presentará una queja ante la Subdelegación del Gobierno en Castellón por un incidente ocurrido el pasado viernes, cuando iba a presentar unos documentos ante esa institución. La parlamentaria considera que sufrió “una clara discriminación” cuando un agente de la Guardia Civil le insistió en que hablara en castellano porque no entendía el valenciano.
En un comunicado, Albiol señaló que los hechos ocurrieron en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Castellón, cuando comunicó a un agente que se dirigía al Registro, con la intención de presentar alegaciones de su coalición a las prospecciones petrolíferas cerca del paraje de las islas Columbretes. El guardia, según la parlamentaria de EUPV, respondió que no la entendía y que “hablara en castellano”.

“Me respondió que no me entendía y que le hablara en castellano. Yo se lo repetí en valenciano, más despacio, pero él insistió en que lo hiciera en castellano”, explicó la diputada. A su juicio, esta situación “no puede repetirse continuamente como desgraciadamente ocurre”. Por ello, Albiol anunció que presentará una queja ante la Subdelegación del Gobierno.
“Tenemos derecho a expresarnos en nuestra lengua y a que nos entiendan en la Administración”, señaló. La diputada lamentó que “estas agresiones a los valencianohablantes son frecuentes y las padecen cada día un gran número de valencianos”.
“No hay que callar”
“No tenemos de callarnos”, recalcó Albiol. “No puede ser que nos sintamos como el personaje del Tio Canya”. En este sentido, recordó que el valenciano es una lengua oficial “y eso quiere decir que es la lengua de las administraciones y las instituciones, y estas la tienen que tener como vehículo normal de comunicación”.
La parlamentaria de Esquerra Unida añadió que los ciudadanos han de poder usar el valenciano y que les respondan en esa lengua cuando realizan trámites con las instituciones públicas. En el caso que generó su queja el agente ni siquiera la entendía, por lo que quiso que la parlamentaria cambiara de lengua. “Es muy triste tener que recordar esto continuamente”, concluyó la diputada.

EL PÁIS 1 febrero 2014.

         Se puede comprobar la noticia en el enlace:


   Rebocato, al leer esta noticia, pensaba que, aún, se encontraba en los brazos –mayormente etílicos, esa noche– de Morfeo, no obstante, logró recuperarse ante el shock que le produjo tamaña "ignominia" (que diría el otro) de la Diputada ante el Agente (a todas luces, no poliglota) de la Benemérita (cuyo popular mote, de esta, se remonta a 1929, tras recibir, el cuerpo de la Guardia Civil,  la Gran Cruz de la Orden Civil de Beneficencia) y continuó leyendo.

   En el mismo diario, nuestro resacoso amigo mañanero, leyó también, otra noticia que le hizo campanilleo, la cual consistía en un articulo que, firmado por el futbolista Xavi Hernández (considerado por Rebocato como el mejor jugador español habido nunca jamás –ahora que no le oyen sus amigos del Barça–), iba dirigido al entrenador Luis Aragonés (alias “El zapatones” o “El sabio de Hortaleza”  –valga la incongruencia–) fallecido en la madrugada del viernes al sábado de ese mismo fin de semana, y que llevaba por titulo: “Mister, nunca fuimos japoneses”) Este era el articulo en cuestión:

EL PAÍS
Míster, nunca fuimos japoneses
“Usted no es japonés, usted me entiende lo que le digo”. Me dijo una noche. Le estoy viendo, en la habitación de un hotel y sé que le echaré de menos. Mucho. Porque yo a Luis Aragonés le quería mucho. Y con Luis hablé mucho.
Sabía que no estaba fino, pero nunca pensé que tenía algo tan grave, que se iba a ir tan pronto, tan rápido, de esta manera. “Estoy bien, estoy bien”, me decía cuando le preguntaba. Hablaba de vez en cuando con él, porque para mí siempre, desde el día que le conocí, fue un referente absoluto. Supongo que es el entrenador con el que más horas he pasado hablando de fútbol. Subía a la habitación y hablábamos horas, a veces del estilo “esa es la clave, Xavi, saber a qué queremos jugar”, siempre de la importancia de juntar a los buenos en el campo y también de lo importante que era no tener miedo a nadie, a ningún equipo, por mucho que corran más. “Usted y yo sabemos que la pelota corre más que ellos. Y que la tocamos mejor que ellos”, me dijo. De Luis tengo los mejores recuerdos de una charla, de un encuentro por los pasillos, de una aparición en el comedor, porque siempre te dejaba algo. Y siempre tenía razón, siempre.
Luis es fundamental en mi carrera y en la historia de La Roja. Sin él, nada hubiera sido lo mismo, imposible. Con él empezó todo
Luis iba de cara; te miraba en el entrenamiento, se acercaba y te decía: “Usted está haciendo el jeta, ha venido a entrenarse y no le veo. ¡A mí no me gustan los jetas!”. Y se iba. Luis nunca engañaba, iba de cara. “Tú no juegas porque has dado pena esta semana”, “¿Estás cansado o qué?”, “Hoy has estado fantástico, esta semana lo vas a bordar”. “¿Se cree que yo me chupo el dedo, que soy gilipollas?” Así era Luis, cercano, de verdad.
El otro día recordé una anécdota de la primera vez que me convocó para la selección. No me había llamado a la primera convocatoria y en septiembre, nada más llegar, me estaba esperando. “¿Qué pensaba usted? ¿Que el hijo de puta del viejo no lo iba a traer, eh?”. Y yo, acojonado, le dije: “No, no, en ningún momento he pensado algo así, míster”. Y él, puro Luis, me dijo: “Sí, sí, sí, a mí me va a engañar. Venga, para arriba y ya hablaremos”. Y hablamos ese día y mil horas.
Luis es fundamental en mi carrera y en la historia de La Roja. Sin él, nada hubiera sido lo mismo, imposible. Con él empezó todo, porque nos juntó a los pequeños, Iniesta, Cazorla, Cesc, Silva, Villa... Con Luis hicimos la revolución, cambiamos la furia por el balón y le demostramos al mundo que se puede ganar jugando bien. Si no ganamos la Eurocopa no hubiéramos ganado el Mundial, claro que en ese sentido, fue fundamental la llegada de Del Bosque, otro fenómeno.
Con Luis hicimos la revolución, cambiamos la furia por el balón y le demostramos al mundo que se puede ganar jugando bien
A Luis le dieron mucha caña pero fue él quien marcó el camino, quien le dio a España el estilo que tiene hoy. En eso, siempre coincidimos. Fue Luis quien vio lo que había y apostó por bajitos. “Voy a poner a los buenos, porque son tan buenos que vamos a ganar la Eurocopa”. Y la ganamos. Fue inteligente y muy valiente.
En lo personal, Luis me hizo sentir importante cuando mi autoestima era un desastre. Me dio el mando de la selección cuando no lo tenía ni en el Barça. “Aquí manda usted”, me dijo, “y que me critiquen a mí”. Decidí devolverle la confianza en el campo. Si fui elegido el mejor jugador de la Eurocopa fue por él, aunque él siempre me lo negaba. Conmigo tuvo detalles inolvidables. A Alemania no llegué bien, pero me esperó. Venía a verme a Barcelona, preocupado por mi rodilla. Vino Paredes [preparador físico] a subir a La Mola mientras me recuperaba... Luis me llamaba cada dos por tres. “Apriete Xavi, no se duerma que le espero”.
La palabra fútbol en el diccionario tendría que llevar al lado la foto de Luis. Luis es el fútbol hecho hombre, el fútbol hecho persona.
Hasta siempre, mister. Y gracias por todo. Y que lo sepa: usted y yo nunca fuimos japoneses.


Este articulo de Xavi se puede comprobar en el enlace:

   Basándose en esas dos noticias (una sobre la disputa de la Diputada con el Guardia Civil y la otra con el adiós a Luis Aragonés por Xavi Hernández) Rebocato decidió escribir una carta dirigida a los periódicos.

   Púsose, pues, manos a la obra, y escribió las misivas. Después, esa misma mañana, las envió por correo electrónico, tanto al periódico local El Mediterráneo, como al diario El País, a la sección de Cartas al Director de ambos diarios.


     Resultando que El País publicó la carta con fecha de 5 de febrero de 2017:




Pie de pasquín.- El articulo figura firmado con el seudónimo de “Daniel San Felipe” en lugar de "Rebocato", con el fin de borrar pistas en la Capital del Reino, donde residió en su juventud y con ello evitar reclamaciones sobre alguna barrabasada que ocasionara, en dicha Capital, en sus años mozos, cuando anduvo cencerreando por allí quemando (es un decir) discotecas y pubs de moda, e imbuido en una espiral  política, un tanto radical, que le acarreó algún que otro daño colateral y que en dos ocasiones tuvo posibilidades de haber acabado viajando, al más allá, en la barca de Caronte el barquero y sin pastillas para el mareo.


     Carta de Rebocato publicada en el periódico El Mediterráneo el día 7 de noviembre de 2017, con titulo: “Usted no es japonesa”:




     A pesar de que nuestro amigo envió en la misma fecha (día 2 de febrero) ambas cartas a los dos diarios, El País la publicó al miércoles siguiente (5 de febrero), en cambio El Mediterráneo no lo hizo hasta el siguiente viernes (7 de febrero). Lo cual viene a demostrar que es una de las ventajas que tiene el disponer de Autonomía, gracias a lo cual, se agilizan los tramites locales, respecto a la maquinaria del poder central que todo lo burocratiza y ralentiza, es un decir, claro.

     En fin, paradojas de la vida, un madrileño (Luis Aragonés) se entendía (en el buen sentido de la palabra) perfectamente con un catalán (Xavi Hernández) y, en cambio, una funcionaria  (Diputada, elegida con los votos de ciudadanos bilingües y con el agravante de saber castellano) es incapaz de entenderse con un ciudadano, Guardia Civil de a pie, que supuestamente no sabe catalán.

     Al sentir de Rebocato, todo esto se solucionaría si todos los funcionarios de este País dominaran perfectamente (nivel “C1” como piden algunos dirigentes "indes" de Cataluña –por ejemplo el juez y senador de ERC  Santiago Vidal– a los funcionarios para que puedan quedarse allí cuando llegue su República) todas la lenguas habidas y por haber de la Piel de Toro (obviemos, obviamente, el idioma Portugués)  a saber: El Catalán, el Euskera, el Gallego, el Castellano, el Aranés, el asturleonés o Bable, el Navarro-Aragonés, el andaluz, el Tamazight de Ceuta y Melilla, la Fala extremeña, el Catalán de la Franja, el Caló, la Gaceria, el Ladino (por si retornan los judíos expulsados), el Mozárabe…., y no sabemos si nos dejamos alguno en el teclado del ordenador (lo del tintero quedó atrás).

    Y si no es posible que lo aprendan todos los funcionarios de este País, al menos que las Fuerzas del Orden dominen todas ellas, con el fin de que, si hay que aplicar el articulo 155 de nuestra Constitución en alguna que otra Comunidad Autónoma (como se ha hecho recientemente en Cataluña, tendremos que medir a todas con la misma vara), se eviten malentendidos de dichas Fuerzas –ante posibles traslados temporales, en vehículos o en el el crucero de Piolín, caso de que tenga mar la Comunidad Autónoma díscola– con los autóctonos de la Comunidad Autónoma donde toque aplicar el articulo mencionado. Sin discriminación alguna.   




      Pie de fotos.- El Piolín en el puerto de Barcelona. A la izquierda tal y como llegó a buen puerto, y a la derecha ya camuflado después del pitorreo generalizado que generaron los dibujos de la Warner, tanto en Barcelona como en el resto del País. Para más INRI, sus ocupantes no disfrutaron de demasiadas comodidades en el interior del barco, ya que, tocaban a menos metros cuadrados por cabeza que los políticos presos y mangantes de la Gurtel en la cárcel de Soto del Real.

     Que gratificante y culto sería el recuperar todas nuestras lenguas (excepto las viperinas, las cuales están bien arraigadas y no desaparecerán nunca jamás) y que todos las aprendieramos, aunque en este caso, Rebocato y su innata desidia castellanovieja, se apuntan al dicho sabido de los ingleses: “No tengo necesidad de aprender idiomas ya que, allá donde viaje, alguien va a saber inglés”. El problema nuestro es que, si viajas, con el castellano de andar por casa, a una Comunidad Autóctona bilingüe de por aquí y no sabes la lengua autóctona que impera una vez llegado allí, no te vas a poder comunicar con determinados lugareños, caso de que que ellos no quieren hablarte en castellano (y menos en español). Lo que viene a demostrar que resulta sociable, bonito, y práctico, el saber idiomas. ¡Ale! Ya tardáis: "arreando para la escuela de idiomas".


          HistoriasdeRebocato@noviembre-2017


                

16 de octubre de 2017

DELIBES Y REBOCATO

                   


                                     DELIBES Y REBOCATO


         LA LLAMADA:

        La frase se oyó perfectamente en la cocina, donde Rebocato, y alguno de sus hermanos esperaban para desayunar –antes de ir a la escuela– las típicas sopas de ajo –con poca sustancia– sentados alrededor de la lumbre baja de la cocina, donde, a su vez, también se cocían, en un caldero aparte, las patatas gorrineras para los marranos. La orden partía desde la sala donde nuestro labriego castellanoviejo se proveía de unas cuantas monedas de la hucha rectangular metálica sita en el cajón bajero del armario de lunas que contenía los ropajes de domingo y fiestas de guardar y que imperaba en la pared del fondo de la sala.

       –“Rebocato, toma (por las monedas) y vete al estanco y compra un paquete de tabaco picado y un librillo de liar marca ZIG–ZAG”.

      En aquellos años “gloriosos”, en el pasado siglo ya mediados los años sesenta (y antes también), nuestro labriego mandaba a alguno de sus hijos pequeños –el que se encontrara, más a mano, incordiando por la casa– a por tabaco al estanco de nuestro pueblo castellanoviejo. Nuetro labriego empezó´a fumar con los 30 ya cumplidos durante la Guerra Civil, precisamente cuando empezaron a racionarlo, y se fumaba su ración y la de su suegro.

        Rebocato, al oír el mandato, abandonó su banqueta (nada que ver con la de los actuales diputados del Congreso de Diputados) y saliendo de la cocina se encaminó a través del largo portal de la casa, hasta la sala donde le esperaba impertérrito, monedas en mano, nuestro labriego castellanoviejo y balbuceó aquel:

        –¿ZIG qué…..?

      El hijo no había entendido bien la mentada marca del librillo o, bien se hizo el tonto, para ver si así se evitaba el paseo y el recado recaía en otro de los hermanos.

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         DON MIGUEL:

       Algunos años después de esa situación, Rebocato, ya tratando de pulirse en la Capital del todavía no Reino, comenzó a leer a Miguel Delibes cuando cursaba COU (Rebocato, no Delibes) y ello fue posible gracias a su profesora de literatura, la cual era bastante joven (aunque algo menos que Rebocato en aquel tiempo y lugar donde se encontraban ambos entonces) y estaba (la profe) bastante potable (que se solía decir entonces, o antes de entonces, o después de entonces, o vaya usted a saber) y llevaba (la profesora) unas gafas provistas de grandes cristales redondos (se supone que como su cara era, también, bastante redonda de esa manera la disimulaba) tipo azafata del popular programa de TV: “Un, dos, tres…” Ella mandó leer, a lo largo del curso, a sus alumnos, entre otras, dos novelas de don Miguel,  con el fin de que hicieran comentarios de texto, a saber: “Cinco horas con Mario”  -que protervas son algunas mujeres a ciertas edades- y “La hoja roja” (esta novela se encontraba en la pequeña librería de la segunda hermana de Rebocato que, a su vez, ejerció como segunda madre de él desde los 13 años de nuestro amigo hasta que este se emancipó totalmente. El libro pertenecía a la colección Biblioteca Básica Salvat–RTV).




                       Pie de foto.- La novela de La hoja Roja de Miguel Delibes perteneciente a la librería de la segunda hermana (y segunda madre en funciones) de Rebocat).

         Rebocato, mientras leía esta novela, se acordaba de su padre -del de él, no del de la profesora- por lo del librillo de papel de fumar que recibía por nombre: “Zig-zag” , y que gastaba su padre para liar la picadura –de tabaco, no de “chínfano”–. Reseñar que cuando las hojas del librillo para liar los cigarros estaba próximo a acabarse aparecía una hoja roja que avisaba de que solo quedaban ya un par de hojas y por lo tanto habría que ir pensando en comprar otro y el protagonista de la novela –el funcionario jubilado Eloy– compara el final de las hojas del librillo con la cercanía de la muerte, tal como relata Delibes:

         El viejo Eloy dijo a la Desi (su joven criada) al proponerle matrimonio de convivencia:

      «Tendrás estorbo por poco tiempo, hija. A mí me ha salido ya la hoja roja en el librillo de papel de fumar».


        Aquel curso, para Rebocato y para muchos de sus compañeros de clase (nos referimos a los de aula, no a la clase social de cada cual), fue un salto cualitativo y cuantitativo (vamos, como indican los prospectos de los medicamentos) en lo referente a la enseñanza, además de una novedad gratificante. En dicho curso se introdujeron cambios considerables en el centro educativo –donde, prácticamente, se formó Rebocato– ya que, por vez primera empezose a impartir COU, y al curso siguiente se comenzó a impartir Ingeniería Técnica Industrial. Decir que, los hasta entonces profesores del centro educativo en su mayoría militares y religiosos salesianos, no entraron en los planes de dar clases de COU (para ello ingresaron nuevos docentes) y, lo más novedoso, por vez primera en el centro de estudios, aparte de profesoras, se admitieron alumnas, no muchas y mezcladas en las aulas con el alumnado varonil, algo solo visto por Rebocato –a lo largo de su formación educativa– cuando ingresó, con 5 años en canal, en el aula de párvulos en la  escuela nacional de nuestro pueblocastellanoviejo. Para nuestro amigo aquello fue como un incordio debido a que en su vida de estudiante, desde párvulos hasta COU, nunca se había visto en una situación así, su concentración didáctica no era la misma que en los cursos anteriores a causa de la presencia de féminas.

      Rebocato cuando llegó procedente del pueblo a la capital para tratar de formarse, empleaba al hablar palabras de su lugar de origen, palabras por otra parte no muy conocidas por sus compañeros de curso de la capital, lo cual daba lugar a que, a veces, alguno le tachara de paleto. Debido a esto fue guardándose de emplear ciertas palabras con el fin de no desentonar y evitar la sensación del posible ridiculo. Pasados los años y cuando, como hemos anunciado, empezó a leer a Delibes se percató de que este escritor utilizaba algunas de las palabras que él se fue dejando por el camino con el fin de, según creía él, pulirse, incluso en los tiempos actuales si emplea esas palabras de antaño, sufre algún que otro  reproche por parte de su contraria que le suelta, mas o menos: “Hablas como los abuelos”.

       Con el trascurrir de los años Rebocato llegó a leerse, prácticamente, todas las novelas de Delibes (a otros les da por doblar esquinas). Hasta haciendo el Servicio Militar, en la biblioteca del cuartel, encontró y leyó un par de sus libros: “La sombra del ciprés es alargada” (dicen los expertos que le sobran unas 200 páginas, las que relatan el paso del protagonista por America como marino) y “Las ratas” (en el pueblo castellanoviejo de marras –como en tantos otros de los alrededores-, antaño, también había personas que las consumían esporádicamente, lo mismo hacían con los lagartos y con algunas culebras (decían que, al consumir estas, curaban los diviesos), más que nada para cambiar de ritmo culinario y salir de la monotonía del cocido de los días laborables. El conseguir proteínas para el cuerpo estaba crudo en aquellos tiempos, excepto en la época estival con las pertinentes labores campestres que era cuando se daba buena cuenta de la matanza guardad en las ollas con lomo, costillas y chorizos en adobo y los pertinentes jamones colgados, con lo que se cubría la demanda de acumular proteínas en los raquíticos cuerpos ante tamaño esfuerzo requerido en dichos quehaceres, aparentemente tan lúdicos para los señoritingos madrileños visitantes en el estío.

     En la novela “El Camino” (no confundir con “Camino” de Monseñor Escrivá de Balaguer, actualmente ya Santo) Rebocato se identifica con Daniel “el mochuelo” el cual también emigra de zagal desde su pueblo a la ciudad a estudiar con el fin de pulirse y progresar en el futuro.

    La novela “Mi idolatrado hijo Sisi” (con un final en forma de canto antibelicista) se retrató en la película: “Retrato de familia”.

      En fin, Rebocato, continuó devorando novelas y escritos de Delibes hasta finalizar con “El hereje”, la última y gran novela del escritor, la cual, tiene un capitulo inicial (El viaje) un tanto complejo al sentir de Rebocato respecto a la forma de escribir y fácil de entender de Delibes, y dicen los expertos que, las nuevas generaciones (no solo las del PP) al leer sus novelas –caso de que lo hagan– necesitarán tirar del DRAE para comprender muchas de las palabras utilizadas en ellas, porque actualmente están prácticamente en desuso en el lenguaje coloquial de la calle.. Continuando con la lectura de “El hereje” todo se enhebra en la narración de como era la vida de los llamados herejes (protestantes) en la España del siglo XVI, cuando empezamos a mandar en el mundo y seguimos lideres durante dos siglos seguidos.

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                ZIG-ZAG

            Pero dejémonos de zalamerías, que no viene a cuento, y volvamos a nuestro amigo Rebocato, ya llegado hasta la sala y delante de su severo ascendiente, donde le dejamos antes con la frase en la boca:

            –¿ZIG qué…..?

         –Nuestro labriego a la segunda pregunta del potencial mandado de cómo se llamaba el librillo le cruzó la cara con dos guantazos –en plan soplamocos– a la vez que le repetía: “Zig - zag”.



    Pie de foto.- El librillo de papel de fumar de marras, del cual era fiel devoto consumidor nuestro labriego castellanoviejo.


      Mano santa, nunca jamás se le volvió a olvidar el nombre del producto al cruzado de cara. Rebocato, con las orejas calientes, cogió las monedas que le tendía el labriego, abrió el portón bajero de entrada de la casa (en este caso de salida), salió a la plaza, y ligero de equipaje (cual don Antonio Machado, guardando las distancias, claro) tomó el pendingue hacia la calle Nueva camino del estanco, con las perras bien apretadas en su mano diestra porque, sabía que, caso de perderlas, y sin llevara casa el encargo, sufriría otro cruce de cara.


PD.- Casi mejor que le concedieran el Premio Nobel de Literatura al Camilo José Cela, en lugar de a don Miguel Delibes (caso de que ello hubiera sido posible), ya que de esa manera nos evitamos la apócrifa Tercera Guerra Mundial, fomentada por el defensor de la siesta de pijama y orinal, por la no concesión del Premio a su propia obra.

   
         HistoriasdeRebocato@octubre-2017



2 de septiembre de 2017

REBOCATO Y LOS ORTODOXOS (País de los Soviets 3ª Parte)



         REBOCATO Y LOS ORTODOXOS (País de los Soviets. 3ª Parte).

       Hola a todos, todas:

     Ya está, recién salida del horno, la 3ª entrega de Rebocato en el País de los Soviets cuyo titulo es: “Rebocato y los ortodoxos”. Una pena lo que aconteció, allá por el año del Señor de 1054, en forma de Cisma (separación ) de la cristiandad de Oriente y la de Occidente, no sé si ocasionada para dar pábulo al tan traído y llevado ecumenismo.

    En fin, los “intereses creados” de siempre y no de Jacinto Benavente precisamente, que también. No pretendo, con el fin de que no me anatematicen,  comparar a los pícaros recalcitrantes, llamados Crispín y Leandro, con el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla protagonistas, estos, del Gran Cisma de marras.


     Y como, como dice el dicho: “Cuando un tonto coge la linde, la linde se acaba y el tonto sigue”, se barrunta el advenimiento de una 4ª entrega de “El País de los Soviets”, debido a que falta el narrar “Rebocato en San Petersburgo”.

        Quedad (ojo al imperativo, que luego un sobrino mío me pela) con Dios y cada cual con su Papa o su Patriarca (los de otras confesiones y ateos, no).  


          ORTODOXOS:

       En su reciente viaje a Rusia, Rebocato estuvo bajo el influjo de las creencias ortodoxas a causa de las explicaciones que las amables guías (nos referimos a las de carne y hueso, aunque unas mas que otras, sobre todo Irina) autóctonas, impartían a su grupo de turistas durante las visitas a: catedrales, iglesias, monasterios, museos, etc. Debido a esto, nuestro amigo, tuvo que contemplar cantidades ingentes de iconostasios con iconos –pintados y en mosaico– con representaciones de Jesucristo, la Virgen, los santos, los ángeles y algún que otro episodio de las Sagradas Escrituras. No sabemos si tendrá algo en contra de los esculturas, pero el cristianismo ortodoxo refuta los ídolos en tres dimensiones.



   No obstante Rebocato aguantó el envite, y con ello la posible tentación, volviendo, días después, al suelo patrio tal y como se fue a tierras de ortodoxos (no vamos a decir como fue con el fin de preservar su libertad religiosa, contemplada en nuestra Constitución –no física, sino la Carta Magna– a la cual algunos se la quieren saltar a las bravas con urnas de andar por casa, algo parecido a lo que presenció Rebocato en la empresa en la que laboraba, años ha, donde los sindicalistas de un Sindicato de Clase fueron desde la capital de provincia, con unas cajas de zapatos bajo el brazo, a recorrer algunos pueblos para respetar el derecho a decidir –en forma de recogida de votos– de otros compañeros de empresa que no podían desplazarse a la capital ), es decir, sin atisbo de contaminación alguna, religiosamente hablando, claro.

   Los ortodoxos rusos siguen fieles al Calendario Juliano para sus celebraciones litúrgicas, de tal manera que cuando nosotros comenzamos, por ejemplo, el régimen para depurar los excesos de comida y bebida de las acabadas fiestas navideñas, ellos las comienzan (13 días después, pues para ellos el día de Navidad es el 7 de enero), en cambio, en la vida civil y política, se rigen por el Calendario Gregoriano, como nosotros.

    Según dijo una guía en una de las visitas guiadas, cuando un ortodoxo muere, su alma está 9 días en el Cielo y, después, 31 días en el Infierno. Pasada esa cuarentena decide (barruntamos que el alma sin consultar al cuerpo) donde se queda. A Rebocato eso le olió a chamusquina y se preguntaba: “¿No será esto un ardid para que reniegue de mi supuesta fe católica y me convierta en cristiano ortodoxo? ¿Cómo vas a ir 9 días de prueba al cielo y 31 al infierno y después elegir plaza? Obviamente uno de los dos sitios se quedaría lleno de personal resucitado y el otro vacío, excepto masocas, claro”.

     Buscando en la red, comprobamos que, cuando un ortodoxo la palma (aunque no sea de forma muy ortodoxa), al cuerpo le dan sepultura, y el alma se separa del cuerpo (en este caso no sirve aquello de: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”) quedando cuerpo y alma apartados y en una situación estacionaria (en stand by) esperando el Juicio Final que será –y nunca mejor dicho– cuando Dios quiera.

    La religión ortodoxa dice NO a muchas cosas con respecto a las que mantiene la Iglesia Romana. Cuando se consumó el Cisma entre Oriente y Occidente, allá mediado el siglo XI (año 1.054 D.C.), se excomulgaron, mutuamente, el Papa de Roma y el Patriarca de Constantinopla, aunque la separación (y eso que la Iglesia romana no permitía, ni permite, el divorcio, a no ser que pagues caro y en metálico, claro) ya se barruntaba desde tiempo atrás. Luego en el siglo XVI vendría Lutero con las rebajas (tipo oferta gran supermercado, de hoy en día, con sus 95 tesis, en lugar de 100, para redondear) en forma de un nuevo Cisma.

     Vayamos con algunos de los "Noes" de los ortodoxos:

   No a las estatuas en los templos. (Pero tienen todos sus interiores llenos de iconos: pintados –en madera o frescos– o en forma de mosaicos).

    No al pan ácimo en la comunión. (Comulgan con pan normal y vino –esto último mola, aunque no sabemos si los que padezcan cirrosis hepática, caso de que acompañen un justificante médico, `podrán negarse a beber del cáliz sin ser declarados herejes por el pope de turno)

   –No a las ordenes y congregaciones religiosas. (como las católicas: Franciscanas, benedictinas, carmelitas, salesianas, dominicas, agustinas, mínimos, menores, capuchinas…etc. Nada de nada).

   No a la Santísima Trinidad (el Espíritu Santo procede solo del Padre, dicen, no del Padre y “del Hijo” –“Filioque”– como los católicos).

  No a las indulgencias. (Por lo tanto no pueden recaudar dinero por las bulas. Esto NO mola, porque te sirve de poco ser rico y católico, estés vivo o muerto).

 No al Purgatorio. (De esa manera se les cierra la posibilidad de recaudar cuartos en las misas de intenciones por las almas de los difuntos como hace la Iglesia Católica. Esto tampoco mola si eres católico rico y pecador. Los ortodoxos mueren y su alma espera –a saber donde– hasta el Juicio Final, sin gasto posterior alguno para sus familiares y allegados en forma de misas)

   –No a la concepción, sin coito, de la Virgen María, por parte de sus padres (Ana y Joaquín). Sobre Jesucristo sí que admiten que la Virgen fue concebida por obra y gracia del Espíritu Santo.

   –No a la herencia del Pecado Original. (Esto ya parece más humano y de cierta lógica, alegan que: Adán y Eva ya pagaron con su expulsión del Edén).

    –No al celibato. (Si te quieres casar –para tener futuros problemas– tienes que hacerlo cuando eres diácono, una vez que te ordenan sacerdote –Pope– ya no puedes casarte. Y en el caso de que quieras aspirar a obispo has de mantener el celibato desde el principio).

    No a la OTAN (Perdón, esto era del Felipe –"cambiachaquetasdepanamarrón"– antes de llegar al poder. No fue muy ortodoxo que digamos, el ex Isidoro en el tema de marras).


    Ante tanto NO y con el fin de no tener que empezar la catequesis de nuevo y, con el peligro añadido, de tener que ejercer, otra vez, de monaguillo (no creemos que, a Rebocato, le convalidaran sus años dedicados, como tal, en la Iglesia Romana de nuestro pueblo castellanoviejo) que en el caso ortodoxo sería entre bambalinas por los iconostasios de marras ubicados entre el altar y la feligresía, pensando en todo esto, Rebocato no se decantó, a la vuelta de su viaje, por el posible cambio de grey. No están las cabezas, a esas edades, para empezar de nuevo con el estudio del camino verdadero para la salvación eterna. No queda tanto tiempo. Él piensa que para salvarse hay que ser de todas las religiones ya que, la de uno, con tantas como hay sobre la faz (no confundir con paz que es una utopia) de la Tierra, es muy difícil que sea la verdadera.


       EL CRUCIFIJO:

     A Rebocato, por aquellos lares, le llamaron especialmente la atención las pinturas y crucifijos que representaban a Cristo crucificado. Así como la Iglesia Católica representa a Nuestro Señor Jesucristo crucificado (como Dios manda) con tres clavos: uno en cada mano y un tercero para los dos pies, superpuestos uno sobre el otro; la Iglesia Ortodoxa lo exhiben con cuatro clavos, a saber: uno en cada una de las dos manos y uno en cada uno de los dos pies.

   Rebocato barrunta que, aunque a la hora de crucificarte te den a elegir entre tres clavos o cuatro, el dolor será el mismo, porque en ambas situaciones los dos pies te los agujerearán por igual, lo único que, por cada crucifixión de los condenados, se ahorrarían un clavo por crucificado, lo cual sería una forma de optimización de recursos, tan en boga hoy en día. De todas maneras a los dos ladrones crucificados, a ambos lados de Jesús, les ataron, de pies y manos, con cuerdas a la cruz ¿por falta de clavos?.

    Por otra parte apuntar que, la cruz ortodoxa –aparte de un clavo añadido con respecto a la cruz católica– lleva dos travesaños mas: uno encima de la cabeza de Jesucristo con la inscripción de INRI (dicen algunos que escrita en tres idiomas: griego, latín y hebreo), y el otro, inclinado, en la parte de los pies clavados. La parte elevada del mencionado travesaño inclinado, simboliza al Buen Ladrón y la parte baja al Mal Ladrón. En fin, que los ortodoxos parece que no escatiman, a la hora de representar el crucifijo, ni en madera ni en clavos.



Pie de foto.- Hete aquí, un Cristo crucificado tal como se representa en los crucifijos y pinturas de los templos ortodoxos.



      LA DORMICIÓN:

    Nunca antes había oído hablar Rebocato de la Dormición de la Virgen. Pero aconteció que, en un museo de Moscú, la guía autóctona del grupo explicaba un cuadro que representaba la “Dormición de la Santísima, Purísima, Bendita Señora Madre de Dios y Siempre Virgen María”. Decía que "la Virgen" (a secas, por abreviar) se quedó dormida –de ahí lo de la dormición– y que a su alma la elevó al cielo su Hijo resucitado (se refería, la guía, al hijo de la Virgen no al suyo). Lo que no aclaró la guía es si el Hijo, antes de que entrara la Virgen en Dormición, si la consultó por si quería que subiera su alma al Cielo y ella quedarse aquí, en la Tierra, en situación de Dormición.

    Entonces, Rebocato indagó a la guía que, ¿si se quedó dormida la Virgen, donde guardaron su cuerpo, o si la enterraron dormida?. La guía no supo contestar como Dios manda y se salió por los cerros de Úbeda –que dicho sea de paso, seguro que ni sabia por donde paraban– diciendo que creía que no estaba enterrada. Rebocato apuntó que era mucho más creíble la versión de la Iglesia Católica con lo de la Ascensión a los cielos de María en cuerpo y alma, y que de esa manera las guías católicas se evitarían, en las iglesias de occidente, las preguntas chorras de alguien como él, y con ello tener que tratar de inventarse donde duerme el cuerpo dormido de la Virgen,  actualmente.




Pie de foto.- La Dormición. Jesucristo, ya resucitado, coge el alma de la Virgen y la asciende al Cielo. El cuerpo de la Virgen queda en estado de dormición.



       IGLESIAS Y CATEDRALES:

     Lo que más agradó a Rebocato de las iglesias y catedrales ortodoxas fueron sus magnificas cúpulas llenas de colorido y bañadas en oro muchas de ellas. Las cúpulas suelen manifestarse en forma de cebolleta y/o de piña. Rebocato no es mucho de aparecer con cara de foto en las fotografías pertinentes cuando se va cencerrear por ahí afuera, pero ante la impresión y el agrado que le provocaban las mencionadas cúpulas, estuvo, en este viaje, con más predisposión para posar, pero como el diablo nunca duerme, resultó que al hacer el posamiento, un amigo suyo (no vamos a decir cual de los dos que le acompañaron junto a las respectivas contrarias de cada cual) que se prestaba a hacer las fotos de rigor –tanto a Rebocato solo, como en compañía de la contraria de este–, cuando apretaba el disparador, el resultado era, que en la fotografía, alguna o algunas de las cúpulas de marras se presentaban cortadas.

    Al contrario que en los templos católicos y protestantes, dentro de los templos ortodoxos no hay ni bancos ni sillas (alguna silla o banquito emerge al lado de alguna pared, para utilizarlos en casos excepcionales). Allí se va al culto, a poner alguna velita y a santiguarse –varias veces si se tercia– ante tu icono favorito, a la vez que se besa el cristal protector del icono, y santas pascuas, con lo que el aforo de fieles y curiosos, por el espacio físico libre de obstáculos, es potencialmente mucho mayor por metro cuadrado que en las iglesias de católicos y protestantes. Aparte de la optimización del espacio, se evita a mucho ateo que, como ocurre en nuestro Pais, en vez de entrar a rezar ocupan plaza en los bancos para descansar y estar un rato fresquitos (caso de ser estío) dentro del recinto sagrado, y luego encima se jactán ante los creyentes con aquello de: “Mientras el cristiano reza, el ateo bebe cerveza”. Que se metan a descansar y a beber cerveza en un bareto con aire acondicionado y que dejen sitio libre, en las iglesias, a la gente pía, de paz y de orden. Esas personas, que aprovechaban la coyuntura, desde que cobran (cuando no son horas de culto) para acceder a las catedrales, se les ha ido, de repente, su fingida devoción y admiración  por el arte eclesiástico.



Pie de foto.- Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada. Hízose en el sitio donde atentaron contra Alejandro II de Rusia. Era el sexto atentado que sufria (por tanto, Alejandro tenia menos vidas que un gato) y a causa de él (del atentado, no del gato), esta vez sí, murió. En la instantánea no aparece la parte de abajo de la fachada de la iglesia para evitar el gentío que andaba por allí pululando, sobre todo compuesto por chinos, "tan queridos" ellos por las guías de por allí.


    Al entrar en las iglesias y catedrales, los ortodoxos se santiguan con tres dedos de la mano derecha (Rebocato ignora si los mancos de mano derecha pueden santiguarse con la mano izquierda) juntando el pulgar, el índice y el corazón –nos referimos al dedo, no a la bomba aspirante /impelente– de la siguiente forma: desde la frente al pecho; desde el pecho (ojo) al hombro derecho y desde este al hombro izquierdo (los católicos –aunque sean algunos o muchos, de derechas– van primero al hombro izquierdo y después al derecho), eso sí, los ortodoxos, hacen unos arcos bien pronunciados con la mano derecha al ir desde un punto a otro al hacer la señal de la cruz, no como los católicos que lo hacen de forma, prácticamente, plana lo cual quita rimbombancia y atractivo a la acción del santiguado.

    Ignora Rebocato si los ortodoxos al santiguarse invocan a la Santísima Trinidad (para ellos el Espíritu Santo procede solo del Padre) como hacen los católicos.

   Dentro de los templos ortodoxos no existen estatuas, pero en cambio, iconos de Jesucristo, de santos y de la Virgen, hasta en la sopa. en el interior de ellos no queda nada por decorar, hasta las columnas tienen iconos.




Pie de foto.- Interior de la "Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada" o "Iglesia de la Resurrección de Cristo". No queda nada por cubrir. Rebocato al ver, a primera vista,  tanto icono por dentro, y que no quedaba un mínimo de espacio físico para grabar su nombre con una llave de casa para dar fe de que estuvo allí, aunque fuera en un rincón apartado, pensaba: “Mare meua (Madre mía, para los no bilingües) la faena que tendrá el pintor de turno cuando le llamen para dar una mano de pintura por aquí dentro”. Luego, dijo la guía, que todos los iconos del interior de la iglesia son representaciones en mosaico. La parte de abajo no aparece retratada por razones obvias (mucho chino pululando por allí).


       EL ICONOSTASIO:

    Al oír este palabro a Rebocato le vino a la memoria al tío Anastasio “quepadescanse”, un buen hombre padre de un amigo suyo (con el que estudió en Madrid) y vecino de un pueblo no tan cercano a nuestro pueblo castellaviejo, el cual, según su hijo estudiante, criaba unos patatares/les de patatas forrajeras y unos garbanzales que eran la envidia de la comarca. Rebocato da fe de ello a causa de una visita que realizó al pueblo de su amigo, del que salió arreando brisca antes de que le engatillaran para ayudar a arrancar los tubérculos l ya había observado los abrojos que inundaban el patatar) y eso que tenia sobrada experiencia para defenderse en esas lúdicas y amenas faenas realizadas al aire libre.

     No nos andemos por las ramas y vamos a ir resumiendo con el fin de no extendernos en exceso y que después se nos quejen los lectores ateos de este blog, caso de que los haya.

    El iconostasio es como una mampara llena de imágenes sagradas pintadas, que está al fondo del templo y puede llegar a tener hasta 5 niveles. Hace de separación entre la parte terrenal (parte de la nave para el culto de los feligreses) y la divina (parte del cielo donde está el Altar). Tiene una puerta central grande y otras dos laterales mas pequeñas. El altar donde se oficia esta ubicado detrás de la puerta central del iconostasio, es la parte divina, y allí solo accede el que ejerce el oficio y sus ayudantes. La puerta de salida a la calle representa el Infierno. "En esto van acertados los ortodoxos", rumiaba Rebocato para sus adentros.

     Observando un iconostasio puede saberse  a quien está dedicado el templo. Si lo miramos de frente, en el primer nivel, empezando por abajo, claro, en el centro está la puerta central (Puerta del Cielo), a su izquierda y a su derecha se encuentran los iconos de la Virgen Maria y de Cristo, respectivamente. Al lado de Jesucristo, el segundo icono a la derecha, de dicha puerta, aparece pintado el Santo al que está dedicado el templo. 




Pie de foto.- Iconostasio de la Catedral de San Isaac. San Isaac aparece (con barbas de años, lo que no creemos porque no somos ortodoxos) ubicado en el 2º icono de la fila de abajo a la derecha de la Puerta del Cielo y de Jesucristo, respectivamente.


      RECAPITULANDO:

    Mientras tanto, al contrario que en la Iglesia Católica, en la Iglesia Ortodoxa con tanto patriarca –cada país tiene el suyo, anunciaban las guías autóctonas– no existe una cabeza visible que aglutine el rebaño.  Rebocato no puede emprender su carrera dentro de la Iglesia Ortodoxa con el cometido (que sería comedido) de ser el Patriarca Supremo, con el fin de unificar a todos los Patriarcas actuales bajo su mandato, porque no tendría posibilidades de serlo, debido a que él ya no es célibe. Por otra parte, en su periplo por las Rusias, ni se dignaron en ofrecérselo a pesar de que buenas perras se gastó en el viaje. Como para fiarse de los ortodoxos.

PD.- Muy a nuestro pesar, no queda mas remedio que seguir con los relatos de Rebocato en El País de los Soviets ya que, queda por contar Rebocato en San Petersburgo. Habrá una 4ª entrega. La vida es así de dura pero más duro debe de ser el reciente (no estamos hablando del pan recién cocido), y a su vez duro  síndrome posvacacional, de ahora, antes llamado: "ganas de no  ir a currar", que estarán padeciendo algunos de nuestros lectores estos días de inicio de Septiembre. Como diría el albaceteño amigo de Rebocato, que atiende por Juanjo: "Cuanta falta de vara tienen algunos"



       HistoriasdeRebocato@septiembre-2017