INTRODUCCIÓN
Muy
buenos días, a toda la Parroquia de parroquianos:
A pesar de que muchos de vosotros
estéis disfrutando placidamente, o no; de vuestras merecidas, o no,
vacaciones estivales; Rebocato no descansa y está al pie del cañón, ojo avizor,
velando por todos vosotros y, de paso, trata de enseñaros, queráis o no, porque
os aprecia en demasía, “el sentido de la vida” (como la película del
mismo nombre de los Monty Python) y ataca de nuevo, ahora a vueltas con la genética,
os suena aquello de: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Adónde vamos?.
Pues
leyendo la nueva entrada del Blog de Rebocato, que lleva por título: “El
salivazo”, os aclarará los interrogantes, y todo gratis, excepto el gasto del
consumo del fluido pertinente a base de cargar los tantos y tontos cacharros de los que
disponemos hoy en día para ¿comunicarnos?. Donde esté la taberna…..
Ánimo
que la entrada es cortita y se lee, como quien dice, en un pis-pas, plisplás o
vaya usted a saber.
Salud, majos, majas….
EL SALIVAZO
Resultando que
nuestro amigo Rebocato recibió el mes pasado un correo. de un amigo suyo –y de otros, barruntamos– con un enlace para poder
visionar un video –en el sitio Web de YouTube– que se basa en la genética de la
especie humana y que se añadía, en dicho correo, la parrafada siguiente:
<Todos sabemos
que la mitad de nuestra información genética procede de nuestra madre y la otra
mitad de nuestro padre; que a su vez recibieron información genética de
nuestros abuelos. Estamos ante una progresión geométrica de base "2".
Tenemos dos padres,
cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, ...
Cada uno de nosotros
dispone de esa progresión geométrica de antepasados que se adentra en la
historia de la humanidad y ¿viaja por todos los países del mundo?
El siguiente vídeo
nos da la respuesta a la pregunta. Un grupo de voluntarios de diferentes
razas y procedencias se somete a un test de ADN para saber en qué países se
encuentran sus raíces.
Todos somos muy patriotas, pero nuestra información genética (ADN) no conoce fronteras.
¿Os atreveríais a conocer vuestros orígenes y por qué países ha viajado vuestro ADN?
Seguro que todos quedaríamos sorprendidos de lo cerca que estamos unos de otros.
Saludos y feliz verano>.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
En base a todo esto, nuestro amigo Rebocato –que tiene como primer apellido el de un
Santo, y aquel hace honor a su apellido en su vida cotidiana– que se considera castellanoviejo auténtico, no puede por
menos que exponer lo siguiente:
<Después de visionar el video, y con todos
mis respetos, a mi no me la van a pegar. Sé, perfectamente, de donde vengo: mi
bisabuelo paterno era procedente de la inclusa, la cual –con el fin de poner en antecedentes
a los lectores más jóvenes– no era mi tatarabuela, sino un centro de
beneficencia en el que, antaño, acogían a los niños expósitos que eran abandonados por sus
padres, de ahí el origen de mi apellido de Santo (otros dicen que si los judíos
conversos se ponían, también, apellidos de Santos, aparte de los de oficios o de nombres de cosas, pero este no es mi caso,
aunque mi tatarabuelo pudiera ser sefardita) que con tanta bizarría y gallardía
paseo por esos mundos de Dios, y sin darme la más mínima importancia ante mi
posible rancio abolengo.
Nobleza obliga, porque quizás mi bisabuelo
venga de la preñez de su madre (mi tatarabuela desconocida) por un noble, y
posterior abandono, de la criatura nacida, a la puerta de una inclusa –espero, por
añadir otra posibilidad, que mi bisabuelo no descendiera de un obispo
desconocido, ni que mi tatarabuela fuera una monja ignota (que no
idiota, ruego), Dios me libre, y, en
este supuesto, abandonado a la puerta del puesto de trabajo de mi tatarabuela
con el fin de guardar las apariencias, es decir, en un convento–).
En fin, que con un salivazo escupido en el
interior de un tubo de ensayo y, después de analizarlo, que no me vengan a mi diciendo
que soy primo lejano de Kunta Kinte (con todos mis respetos a las gentes de
color –otrora definidos como negros–, por supuesto).
Vamos que con el fin de evitar riesgos de
someterme a la analítica de la ciencia que, dicho sea de paso, a mi, ni me va ni me
viene, a partir de ahora no pienso escupir ni tan siquiera en la calle, por si
acaso algún listo recoge el salivazo, lo manda a analizar y posteriormente
tenga yo una recua de demandantes a mis espaldas de: herencias, genes y
otras hierbas.
Por otra parte, me parece de una tontuna descomunal el
ponerme, yo, a estas alturas, a tirar de calculadora, de Registro Civil o
Parroquial con el fin de enterarme de los bisabuelos y tatarabuelos que me
anteceden y pertenecen, por muy legales que sean; también mi abuelo materno era
“legal” y carnal, a todas luces, y en cambio me resultaba un tanto “ilegal”
cuando me atizaba algún que otro sarmentazo o mimbrazo (dependiendo de lo que
tuviera más a mano) en las corvas, por negarme a: recoger roñas, vendimiar o colaborar en cualquier otra actividad campestre al aire libre.
PD1.- Yo, ya no
estoy en edades como para tirar de árbol genealógico ahora mismo, pero mi
bisabuelo inclusero no tenia padres ni abuelos reconocidos y no creo que con un
escupitajo mío me los vayan a encontrar, ni tengo el más mínimo interés de que me añadan más familiares, bastantes tengo ya, que ni me acuerdo de muchos
nombres de mis 28 sobrinos nietos (hijos de mis sobrinos carnales).
PD2.- El
video me lo enviaron hace un par de semanas y está muy bien hecho y los actores
creíbles.
Nos lo creemos todo.
Salud>.
HistoriasdeRebocato@agosto-2016