21 de julio de 2016

REBOCATO EN ESCOCIA




          INTRODUCCIÓN

         Muy buenas: 


A los que se las prometían muy felices  por si se creían que con la entrada en el blog de: “La destilería escocesa” ya estaba zanjado el viaje a Escocia de Rebocato, decirles que: van dados, aún no lo tiene amortizado.

Rebocato ha creado una nueva entrada que lleva por titulo: “Rebocato en Escocia” ¿Cuál iba a ser?.

Los que osen leerla, se evitarán –caso de que no lo hayan hecho aún– el viajar a Escocia, y con ello los agobios de: trenes, autobuses, aeropuertos, controles respectivos, madrugones, aguantar gente extraña (tanto a extranjeros como a compatriotas) que no te van a solucionar la vida y puede que si, darte el viaje, gastar libras a lo tonto, malcomer, malbeber, malentenderte con el prójimo, convivir con protestantes, quedarte con las ganas de ver a los lanzadores de troncos, etc. 


PD.- Recalcar que él no es culpable de lo del Brexit, ya que, aunque estuvo por allí días antes de la celebración del referéndum, en Escocia ganó el NO a la salida de la Comunidad Europea. Rebocato hasta que no volvió a España no oyó hablar del referéndum de marras.

Que os sea leve, majos:


                         REBOCATO EN ESCOCIA

    Rebocato, en su viaje realizado en junio pasado a Escocia, se enteró de que los escoceses son irlandeses, es decir, Scotus/Scotia –de donde emana Escocia­– significa en latín Irlanda y, por lo tanto, los llamados scotos/scoti/scotii, expresa irlandeses, a pesar de que los romanos a Escocia la llamaron Caledonia que es la zona al norte de Escocia del antiguo muro de Adriano, anterior al muro –más al norte, aún– de Antonino, con los que los romanos trataban de defenderse de los ataques de las tribus de los pictos, los cuales pertenecían a unas tribus del norte y del centro de Escocia descendientes de los caledonios. Los pictos, dice la leyenda que, se pintaban más que las mujeres de hoy en día, con lo que llevaban a los romanos, como se dice vulgarmente, de culo.

        Parece ser que los irlandeses de Irlanda invadieron en su día, la costa oeste de Escocia, es decir, la zona que les venia más a mano, al igual que ocurrió en Madrid, sobre todo en las décadas de los años 60 y 70 del siglo pasado, en los que el gentío de destripaterrones (Rebocato, cuando era un zarria, fue uno de ellos y se apuntó a la diáspora del año 1969) de las provincias limítrofes con respecto a la capital, que procedían de: Segovia, Ávila, Guadalajara, Cuenca y Toledo se establecieron, a groso modo –excepto algunos que aparte de huir del azadón y del arado romano, a su vez, querían perder de vista a sus vecinos y/o familiares y se alejaron de los nuevos asentamientos de sus paisanos invasores–, de la manera siguiente: los de Segovia en la Zona norte –plaza Castilla, Tetuán, Estrecho, Bº del Pilar, etc–; los de Ávila en la Zona oeste; los de Guadalajara en la Zona este y los de Cuenca y Toledo en la Zona sur. Después, el efecto llamada de las posteriores incursiones de familiares, vecinos y amigos de los pioneros invasores, hizo el resto, hasta conseguir que en el Madrizz, de hoy en día, casi nadie sea de allí. Normalmente para que a uno le consideren castizo del lugar donde ha nacido, tienen que haberlo hecho con antelación, en ese mismo sitio, sus padres y sus abuelos.

     Rebocato, cuando cumplía el Servicio Militar –con una entrega y bizarría morrocotudas y dignas de admiración– en tierras mediterráneas del este peninsular, descuadró en el Hogar del Soldado, a muchos chulos madrileños de boquilla –ya un tanto ahítos de vino peleón y que se jactaban, ante los reclutas paletos, de que eran de Madrizz– simplemente preguntándoles: ¿y tus padres donde nacieron?.


                        ¿PELIRROJOS?

     La primera decepción que se llevó Rebocato en Escocia es que no le pareció percibir, en los 8 días que anduvo cencerreando por aquellas tierras, el que los escoceses ostenten el mayor porcentaje de personas con rutilismo del mundo –se dice que el 13% de la población escocesa es pelirroja y que el 35% posee el gen recesivo causante del color rojo en el pelo–, es decir, no vio excesivo personal pelirrojo. No obstante, unos días después de su retorno a España, estando nuestro amigo en el cuarto cumpleaños de un sobrino nieto político (no es que se dedique a esa noble y altruista profesión el sobrino de marras, sino que es sobrino nieto consanguíneo de la mujer de Rebocato) suyo, y ya bebiendo cerveza decente de Spain, observó –y no es que viera, todavía, doble a causa de las birras consumidas– a 4 niños pelirrojos, entre otros morenos y rubios, que pululaban sin parar en la fiesta.

        Rebocato miró y contó la totalidad de niños –los cuales daban una bulla considerable (como “La banda de pajaricos sueltos”, poesía de Vicente Medina)– resultando un total de 16 potenciales victimas de Herodes, en su día. Echó cuentas de nuevo y le salió un porcentaje de pelirrojos del 26,6% lo que venia a duplicar la cifra porcentual de pelirrojos que campea por Escocia.

       De ahí el despago de Rebocato que viajó al mencionado país, entre otros motivos, para ver pelirrojos (y pelirrojas, apunta su contraria) cuando a su regreso comprobó, ya en suelo patrio –quizás fue un golpe de suerte–, que aquí lo tenía más a mano.

     Nuestro amigo indagó a su sobrino –también político y padre de la criatura motivo de la celebración– sobre que si eran de Betxi (no confundirse con el, tan traído y llevado, Brexit –de nuevo ingleses y galeses al revés que el resto del mundo–) las madres de los niños pelirrojos, el cual le contestó que ninguna de ellas, lo que causó más extrañeza, aún si cabe, en Rebocato (los lectores entenderán la curiosidad de nuestro amigo, caso de que hayan oído hablar de la leyenda urbana del cura joven y pelirrojo que llegó como nuevo párroco a un pueblo llamado Bechí, antaño).




Pie de foto.- The Beatles y el Brexit. Por favor no compréis (queríamos decir no pirateéis) mas discos de ellos hasta que vuelvan a juntarse (nos referimos a los británicos a la Unión Europea, no al grupo musical de marras, del que solo quedan dos de los cuatro vivos sobre la faz de la Tierra, en concreto los dos medios de la foto, lo que viene a demostrar que no son buenos los extremos, como diría Mariano Presidente en funciones).



                 OBESOS Y PEDIGÜEÑOS

       Otro asunto de por aquellas tierras, a destacar, es al alto porcentaje de obesidad del personal nato de Escocia, por lo que respecta a lo que percibió Rebocato; este da fe de que se avistaban muchas personas orondas pululando por las calles (sin complejo alguno, a Dios gracias) y es que según contaba una guía en una excursión facultativa, en ese país no hay cultura de cocinar en casa. En los mercados Tesco (no sabemos si este nombre tiene sus orígenes en el de nuestras ya casi desaparecidas tascas) y Salisbury, abundan en ellos la comida preparada para comprar, pagar, llegar a casa, meterla al microondas (la comida, no la casa, ni el apéndice reproductor del hombre) y listo. Parece ser, continuaba la guía, que la costumbre de no cocinar viene de cuando el asunto de la Revolución Industrial (todas las culpas son siempre para las revoluciones), en que tanto los hombres, como las mujeres y niños, trabajaban todos en las fábricas y por lo tanto nadie se quedaba en casa para atizar el puchero en la lumbre como se hacia en nuestro pueblo castellanoviejo, con lo que la gente tenia que comer en los pubs (o como se definieran entonces las tabernas de por allí) con lo que se les fue al garete la sana costumbre de cocinar en casa. Apuntaba la guía que, curiosamente, hoy en día, son las clases pudientes las que se están aficionando a cocinar en casa. Rebocato, al oír esto, pensaba que la racanería escocesa penetra hasta en la clase social que puede pagar por comer en restaurantes.

       Respecto a la tacañería escocesa, decir que, Rebocato un día, le preguntó en una excursión facultativa a un guía, y conductor a la vez, que si era cierta o bien si era una leyenda urbana. El guía conductor del bus resultó ser catalán (si Rebocato lo hubiera sabido de antemano no le hubiese planteado la pregunta, por no herir posibles susceptibilidades dado que, como algunos dicen que a los catalanes se les presume fama de agarrados….) y dijo que los escoceses, no es que fueran tacaños, es que son prácticos. El asunto quedó claro y conciso para nuestro amigo.

      Lo que también le llamó la atención a Rebocato paseando por Edimburgo –capital de Escocia– fue la cantidad de gente joven, sin excesivas malas pintas, sentada en las aceras (sobre todo a las puertas de los supermercados arriba nombrados) pidiendo la voluntad, a la vez que pintaban en unas hojas de cuaderno, al parecer de nuestro amigo, chorradas varias sin sentido. Una tarde Rebocato observó, en pleno centro de la capital, a una pareja veinteañera y heterosexual a simple vista, rubios (como la cerveza no Guinness) con las piernas metidas en impolutos sacos de dormir y con maneras y apariencias de ser niños bien jugando a ejercer la bohemia. Rebocato siempre ha tenido el concepto de bohemia como algo digno de profesar, ahora bien, solo pueden permitírselo, con plenas garantías de cara al futuro de ganarse la vida, los hijos de familias de posibles, ya que si se pierde, en esos menesteres, la juventud, cuando, después de los años, uno asienta la cabeza, papá puede ponerte un negociete para tirar p’alante. En cambio los hijos de los pringados, si dilapidan su juventud sin formarse adecuadamente, cuando vuelven al redil social (a la cruda realidad) la faena será suya a la hora de ganarse los cuartos. En fin, como dicen que dijo Woody Allen: “Es bueno ser rico, porque al menos, en casa no hay problemas económicos”, aunque tengas que cocinar en tu casa escocesa.


                                EL IRN-BRU

     Rebocato advirtió que, tanto en la calle como en muchos pubs, la juventudbaila de por allí, bebía un líquido anaranjado con toda la pinta de ser radiactivo, y preguntó a una camarera que qué era aquel brebaje, pero ella no llegó a enterarse de nada dado que Rebocato, cuando está en tierra extraña, se expresa en un ingles que manifiesta por señas, por lo que, en vista del éxito y por aprovechar el viaje a la barra del pub en el que se encontraba le pidió a la sorprendida muchacha otra pinta de Guinness y la pagó de su bolsillo a sabiendas de que al volver a la mesa –donde se encontraban sentados su contraria, su hermana y el cuñadísimo– que este, al verle la pinta (de cerveza en mano, no la suya como persona, que dejaba bastante que desear por las pintas de cerveza ya trasegadas al coleto esa tarde noche) acabaría abonándole las libras, de dicha pinta, del bote comunal, aunque Rebocato se negara a ello, pero claro, por reminiscencias profesionales hacia los gerentes de tu misma empresa se tiende a obedecerles para evitar futuras represalias laborales, aunque aquí ya no era el caso, porque ambos ya habían pasado a mejor vida, laborablemente hablando, tanto el cuñadísimo gerente como, el de a pie, Rebocato.

      En definitiva, el brebaje anaranjado resultó ser una famosa, por aquellas latitudes, bebida carbonatada llamada IRN-BRU (a Rebocato lo de BRU algo le sonaba por lo de las lavadoras de esa marca de antaño de cuando, él, era joven) que se veía en los supermercados de por allí y hasta en el Carrefour de por aquí. Dudamos que Rebocato llegue algún día a ingerir, voluntariamente, esa bebida que tiene pinta, a sus ojos, de ser infernal, puede que tanto como los combinados de “leche-plus” del “Bar lácteo Korovala” de la película, nunca pasada de moda, “La Naranja Mecánica” del Stanley Kubrick.



Pie de foto.–  Un lugareño pillado infraganti por Rebocato en un "súper" escocés bebiendo el famoso IRN–BRU, tal es el ansia que genera, entre aquellos autóctonos residentes de por allí, esta bebida.  Rebocato no le hizo, a posteriori, un seguimiento para ver si pagaba en caja la bebida consumida de extranjis por el lugareño.

     Dicha bebida carbonatada empezó a coger fama a raíz de  que, antaño, los trabajadores de una acería de Glasgow para poder soportar la deshidratación provocada por los calores en el puesto de trabajo, bebían cerveza a mansalva con el fin de hidratarse y, entre los accidentes provocados a causa del alcohol trasegado y las posteriores cirrosis hepáticas, los responsables de la fábrica ante el temor de quedarse sin mano de obra barata, buscaron la solución en su Coca-Cola particular que es el actual IRN-BRU (inicialmente llamado IRON  BREW). Al parecer de Rebocato a partir de ese momento los escoceses debieron de empezar a perder bizarría.


                                 EL KILT

     Otro asunto curioso es la pregunta de los turistas: ¿llevan los escoceses cuando portan falda (Kilt) ropa interior debajo de ella?. Nadie lo aclara, y los diferentes guías, de las distintas excursiones facultativas, ante las preguntas de la tropa del autobús (las que mas énfasis mostraban en este tema eran las propias mujeres), dejan siempre en el aire que es lo que hay debajo de las faldas dichosas –aparte de los supuestos atributos masculinos de cada cual, obviamente– pero se decantan como que no llevan nada, ante el imperante regocijo nervioso de las féminas presentes, sobre todo en las más mayorcitas.

       Rebocato, junto a sus tres acompañantes, tuvo la suerte (lastima que no se atreviera, ninguno de ellos, a plasmar para la posteridad, en forma de instantánea, el memorable momento) de comprobar lo que hay debajo del Kilt de los escoceses, el cual se utiliza para las grandes ocasiones: bodas, bautizos, (decir que los protestantes no celebran comuniones, aunque Rebocato vio una de posibles católicos –poco después de anunciar una de las guías que los escoceses no  las celebraban– que acaecía en un pueblo de cuyo nombre quiere, pero no consigue, acordarse), entrega de premios, etc. Aconteció que una tarde –ya de vuelta en Edimburgo después de estar todo el santo día sufriendo los rigores de una larga, y cansina, excursión facultativa por las Tierras Altas –Lago Ness incluido–, estando paseando por The Royal Mile –en busca de un pub en el que matar el reseco llevándose alguna que otra pinta de cerveza al gaznate, más que nada con el fin de hidratarse– vieron pasar, por la acera de enfrente  a la que transitaban ellos, una cuadrilla de jóvenes todos vestidos con faldas escocesas que circulaban paralelos a ellos, aunque separados por la calzada y, lo mas llamativo, todo el grupo se marcaba una cogorza por barba de lo mas superlativa, con el añadido de los cánticos que iban entonando y la consiguiente escandalera que implantaban calle abajo, lo cual tenía como consecuencia que todo el mundo contemplara la alegre procesión que formaban los de las faldas a cuadros, a pesar de que los protestantes no celebran procesiones, más que nada que como no tienen imágenes en sus iglesias ¿a quién sacan en procesión?, pues en este caso al supuesto novio casadero.

     Rebocato y sus tres acompañantes llegaron a la conclusión de que se trataba de la celebración de una despedida de soltero. El supuesto novio casadero iba colgado, con sus dos brazos,  sobre los hombros de sendos compañeros que le soportaban física y moralmente, los cuales le llevaban casi a rastras. Algunos de los amigos que iban detrás, agasajaban al comprometido con alguna que otra patada en el trasero de vez en cuando. Llegó el momento en que uno de ellos, viniendo desde atrás, le bajó el Kilt al supuesto novio y este se quedó con el culo al aire, provocando la risa espontánea tanto en la mujer de Rebocato, como en la hermana de este y, a su vez, por simpatía, en las féminas que transitaban por la misma calle en ambas aceras.

      Este golpe de suerte sacó de dudas a Rebocato y a sus tres acompañantes respecto a la utilización o no de ropa interior de los escoceses de Escocia bajo su falda escocesa. Acto seguido se metieron todos, con el novio a rastras y con su falda arrastrando y mostrando, quizás sin percatarse de ello, el culo al aire. Se acabó el espectáculo y Rebocato comentó:

      –“Aún quedan sitios donde se celebran las despedidas de soltero como Dios manda, no las mariconadas de despedidas que se hacen actualmente por nuestras tierras, las cuales se celebran, hoy en día, al menos un mes antes de pasar por la vicaría, en vez de llevarlas a cabo la víspera del enlace, como se hacía antaño, como hice yo mismo”.

     Reseñar al respecto, que efectivamente, Rebocato celebró la despedida de soltero la noche a la víspera de su boda y trasegando cubatas, con amigos y un par de sobrinos, como mandaban los cánones de entonces, nobleza obliga u obligaba.
    Ya despierto Rebocato de su despedida, a la mañana siguiente se acercó, acompañado de dos sobrinos suyos, a recoger las sarras a una entidad bancaria en la cual laboraba de cajero (no automático) un tío político de su novia y valencianet de Valencia “de toda la vida”, el cual al verle le suelta:

       –Mala cara se te ve esta mañana ¿no has cagado hoy?.

     Los dos sobrinos al oírlo se desternillaban. A Rebocato solo le faltaba ese recibimiento con su cuerpo resacoso y con lo que le esperaba hasta que acabara el día, quizás, el mas decisivo de su vida. Recogió las monedas, salió del local junto a sus dos guardaspaldas –estos aún descojonándose– y se dirigieron, los tres, a un bar cercano a tomarse unos cubatas con el fin de entonar los castigados cuerpos y, de paso, recuperar renovados brios de cara a la celebración del séptimo Sacramento de nuestra Santa Madre Iglesia en la que tenia que estar, él, presente sin excusa alguna.

    Aquí dejamos un  enlace sobre una despedida de soltero de pro, y no preguntamos ¿pero como puede estar una persona dispuesta a casarse con semejante elemento que se presta a estas jilipolleces?.  Y dicen que es un video muy visto:


         Literalmente copiada, la noticia, del diario EL País a fecha de 22 de julio de 2016:

Los vídeos de una broma de moda en las despedidas de soltero están arrasando en las redes sociales como Facebook y WhatsApp. Es el falso puenting, que consiste en vendarle los ojos a la víctima y hacerle creer que va a saltar al vacío con una cuerda, cuando en realidad va a parar al suelo o a una piscina.
El último vídeo publicado, aparecido en un grupo de Facebook que asegura que sucedió en Irún, muestra a un grupo de amigos que convencen a un chico disfrazado de que debe practicar este deporte extremo antes de casarse”.


     Toma imaginación, en ver estas tontunas se entretiene, supuestamente y según las estadísticas, nuestra juventudbaila, apañados van e indirectamente: apañados vamos todos, como cantábamos antaño, cuando éramos sino más felices sí bastante más inocentes:

    Venid y vamos todos
 
con flores a porfía,
                            con flores a María,
                            que madre nuestra es.


       En fin, a la vista del video, puede ser otra manera de competir por un premio Nobel para Spain (a ver si saca la Academia Sueca del inventor de la dinamita y de 350 patentes más, el premio de la estupidez humana y, los españoles, sin duda, visto lo visto, fijo que nos lo llevamos todos los años)


     SEMÁFOROS, MEÓDROMOS Y PATRONÍMICOS

      Por si uno no tuviera bastante con controlar por que lado te van a venir los coches –a causa de la tontuna existente en la Gran Bretaña de conducir por el lado contrario por el que se hace en casi todas las partes del mundo– al cruzar a pie cualquier calle en las Escocias,  existe un hándicap añadido: los semáforos.

     Uno llega andando al semáforo para cruzar la calle, y si está el muñeco en rojo (menos mal que el color de las luces de los semáforos las mantienen igual que en Spain) te paras y esperas a que el monigote cambie a verde. Ahora bien, no hay que perder de vista el muñeco, ya que, si giras la cabeza hacia los laterales o te vuelves a mirar atrás o cierras momentáneamente los ojos, cuando vuelves a observar el semáforo ves que los dos muñecos –tanto el rojo, como el verde– están apagados y entonces te quedas como un tonto en vísperas sin decidirte a cruzar, aunque los coches estén detenidos.

      Ocurre que el muñeco, en verde, dura encendido escasos segundos,  por lo que caso de no estar al loro (en este caso de color verde) se apaga el muñeco y, durante segundos, están los dos muñecos apagados, por lo que no sabes a que atenerte y como no te enteras por donde te pueden aparecer los coches, no te atreves a cruzar, entonces se enciende el muñeco rojo y a esperar otra vez. Puede que el poco tiempo que está encendido el muñeco verde, obedezca a un posible ahorro de fluido, pero, Rebocato barrunta  que, es por la supuesta tacañería escocesa (son prácticos).

    Otra dilema que se le presentó a Rebocato es que si en la Europa continental conducimos por la derecha, y a la hora de miccionar, nos la sujetamos con la mano izquierda, consecuentemente, si en Gran Bretaña se circula por la izquierda, los británicos a la hora de mear se la sujetarán con la mano derecha. Vamos, que si Rebocato fuera británico (Dios no lo ha quiera) con el fin de obrar de acuerdo con los principios históricos diferenciales del resto del mundo de la pérfida Albión, se la sujetaría con la derecha en el momento de aliviar el esfínter de la vejiga. De todas formas, aunque Rebocato en los meódromos de los pubs de Escocia (que se parecen a los de batallón de cuando él cumplía con la Patria) tuvo ocasiones de poder comprobar, al mear en los urinarios –carentes de separación entre meadores de pintas y de IRN-BRU o de ambas cosas–, al coincidir con algún scoto/scoti/scotii que hacía lo mismo y echar un vistazo lateral y disimulado para ver con que mano se la sujetaba el escocés de turno, pero, claro, era una acción un tanto arriesgada, por la forma que tuviera de interpretar la acción del mirón el scoto meón de turno, y a Rebocato –caso de que le pillaran mirando– le iría siempre mal, porque si el scotí meón era heterosexual se podría liar a palos con él, pero si el scottish era homosexual la confusión de este podría acarrearle consecuencias aún más graves a nuestro amigo sobre todo en su popa, aparte de dejar en mal sitio la supuesta virilidad del macho hispánico.

      Al final, nuestro amigo, se quedó sin descubrir –bien por timidez, bien por comedimiento –con que mano se la sujetan los descendientes de los pictos y de los invasores irlandeses. Una pena de ocasión perdida en el viaje para aclarar el dichosos asunto. Esta vez la suerte para descifrar el enigma no acompañó a nuestro amigo, al contrario de lo que sucedió con el asunto del Kilt por la famosa calle de Edimburgo.

      Otra cosa a destacar es que muchos apellidos escoceses empiezan por “Mac” (abreviado: Mc) y es un patronímico que se usa en Escocia, semejante al que que nos ha tocado en suerte a los Spanish (Españoles para los no bilingües), donde parte del personal de Spain, tienen el final de algunos de sus apellidos acabados en “ez”  (González, López, Pérez, Fernández, Sánchez, Estebanez, etc.) y significa “hijo de”, es decir, antaño en España se daba el apellido al hijo con el nombre del padre finalizado con el “ez” de marras; pero como los británicos lo hacen casi todo al revés de cómo lo hace el resto de la humanidad (entre otras cosas: conducen por la izquierda y como hemos comentado antes, posiblemente, al miccionar, se la sujeten con la mano derecha en vez de con la mano izquierda como, al menos, hace todo castellanoviejo de pro, y algún maño que otro, y Rebocato da fe de ello ya que, accidentalmente, vio a algún amigo maño mear y se la sujetaba –el maño mismo no Rebocato– con la siniestra), el “Mac” (hijo de), en lugar de colocarlo al final del apellido, como nuestros antepasados, lo anteponen al nombre del padre o del clan, por ejemplo: McDonald’s que debe significar “hijo del pato Donald “ o Macallan “hijo de botella de whisky de malta”. ¿Estarán locos estos pictos?.


       CASTILLOS

      Sin llegar al caso de Irlanda donde te venden la moto con la visita, previo pago, a cuatro torres y tres castillos cuasi derruidos, en Escocia, por la experiencia sufrida por Rebocato, ocurre, guardando las distancias, algo parecido.

     Dicen que lo más visitado (pagando) de todo el Reino Unido son las instalaciones del Castillo de Edimburgo. Rebocato y acompañantes lo visitaron una mañana y quedaron bastante satisfechos. En cambio con la visita guiada al castillo de Doune, (apoquinando unas 5 libras por barba), quedaron un tanto decepcionados, porque las instalaciones están en un estado desastroso y eso que han hecho alguna reforma. Esta fortaleza medieval es famosa debido a que los Monty Python grabaron la película: “Los caballeros de la mesa cuadrada”. Se decidieron por dicho castillo porque no disponían de mucho presupuesto y era barato el alquilarlo para filmar; por otra parte no disponían de caballos y los propios actores-caballeros utilizando en sus manos cáscaras de coco partidas por la mitad, simulaban el ruido de los cascos de los caballos al galopar. A raíz de esta visita Rebocato y su trío directo de acompañantes se conjuraron para no entrar en más castillos escoceses, caso de tener que pagar, lo mismo la supuesta tacañería escocesa es contagiosa.



Pie de foto.-  El castillo de Doune. Obsérvese al infante trotando con su patinete haciendo malezas en la hierba. Mientras, la supuesta madre del ciclista, permanece impertérrita ante el destrozo que ocasiona su vástago en el césped, y continúa departiendo amigablemente con sus contertulianas. Estos protestantes…..

       Hay castillos abandonados en Spain mucho más bonitos que muchos de Escocia y sin necesidad de pagar entrada alguna; por ejemplo el castillo de Pulpis que visitó Rebocato, años ha, en una excursión montaraz por el “Parc Natural de la Serra d'Irta” (un guiño a los pacientes amigos bilingües de Rebocato) con otros compañeros andariegos. Dicho castillo es de acceso libre y en el patio de armas, vio que concurrían varias bañeras esmorroñadas de la casa Roca (Rebocato, al verlas, dedujo rápidamente que las bañeras de ese tipo no estaban aún inventadas en la Edad Media, por lo tanto, que no eran originarias del inicio del amueble del castillo) para que abrevara el ganado que careaba por aquella zona. Rebocato llegó a la conclusión, sin verlas, de que eran vacas por los restos de boñigas, de las cuales trasegó bastantes con el bieldo de púas metálicas desde las cuadras, donde pernoctaban las vacas lecheras, hasta el corral en la casa de nuestro labriego castellanoviejo

       En la visita a la ciudad  de Stirling estaba prevista una visita a su castillo, pero Rebocato y acompañantes decidieron no rascarse las libras del bolsillo e irse a visitar la ciudad por su cuenta y riesgo. El conjuro se mantenía impasible.


 PROTESTANTES/ CALVINISTAS/ PRESBITERIANOS

    Dicen que la Iglesia escocesa es protestante y calvinista con un régimen de organización presbiteriano.

     Apuntaba uno de los guías (el cual era nato de Ourense y tuvo una suegra originaria de Vigo de la que acabó un tanto hartito porque le contaba chistes de ourensanos) de las excursiones facultativas autobuseras que, siglos ha, Escocia era un país pobre e inculto (al sentir de Rebocato como tantos otros de entonces) y que el origen del despunte intelectual del país se produjo a raíz de la Reforma Religiosa en el siglo XVI, liderada por un sacerdote escocés protestante llamado John Knox (no sería escocés “pata negra” –picto de colores– ya que no tiene el Mac delante del complicado apellido).

      En realidad el gran empujón de la alfabetización escocesa fue a partir de mediados del mencionado siglo, ya que, durante el periodo de la Reforma Protestante la administración religiosa cumpliría con la labor de educar y alfabetizar y para ello se crearon escuelas junto a los templos presbiterianos.
    
   Años después este sistema educacional empezó a dar sus frutos, convirtiéndose Escocia, además de al protestantismo, en un país de gente bastante culta y creativa. En su contra, decir que, muchos años después su liga de futbol será una autentica birria, con solo dos equipos que pinten en el horizonte: el Celtic Glasgow (el equipo de los católicos) y el Glasgow Rangers (el equipo de los protestantes). Vamos,  guardando las distancias como el Madrizz y el Barça.

     En Escocia la única catedral gótica que vio Rebocato que quedara en pie fue la de Glasgow (también llamada de San Mungo), todas las demás están destruidas (no pudo ver todas pero se lo contaron) desde la Reforma Protestante. La de San Mungo (Patrón de Glasgow) parece ser que se libró de la quema debido a que anduvieron listos los habitantes de Glasgow adoptando rápidamente el culto protestante dentro de ella.

    Actualmente, entre sus paredes, comparten culto –en dos zonas perfectamente delimitadas– tanto protestantes como católicos (cada uno en su cacho, claro) lo que no le aclararon a Rebocato es si tienen negociado también los horarios para no coincidir a la hora de las celebraciones ya que, piensa nuestro amigo: si coinciden en el espacio/ tiempo los feligreses cristianos de ambas religiones diferenciadas, con los cánticos emitidos durante el culto por los fieles de cada una de ellas, se organizará un guirigay del copón bendito, con el problema añadido de que los pastores de ambas comunidades animarán a sus fieles (no borregos) a cantar más fuerte con el fin de que Dios les oiga mejor y, de paso, amedrentar (o ¿quizás motivar?) al contrario.

    En fin, a Rebocato le agradó lo del compartimiento/ compartimento de ambas comunidades religiosas en la catedral de San Mungo (también conocido, esta, como San Kentigerno). Los símbolos del Santo, que aparecen en el escudo de la ciudad, son: un pájaro –que no era él–, un árbol, una campana y un pez con un anillo).

     Que decir de los cementerios, aquí en España, desde que éramos niños, al menos en nuestro pueblo castellanoviejo, siempre nos dieron un poco de yuyu; estaban, antaño, ubicados al lado de las iglesias y, después, se trasladaron a las afueras de los cascos urbanos.

      Que ocurre en Escocia: por lo que avistó Rebocato (que buenos cuartos –y no de cordero lechal asado precisamente– le costó el viajecito de marras –de nuevo el síndrome de la tacañería escocesa prendido en nuestro amigo–) allí el gentío no tiene miedo a los cementerios, son como parques, todo verdes, con sus caminitos por donde la gente pasea entre tumbas, con sus bancos para sentarse a leer, a meditar, a oír música con auriculares, a comer algo liviano, etc., incluso, ¿por que nó?: a hacer botellón, tal como vio Rebocato al contemplar, de buena mañana, las latas de bebida y botellas arrojadas (barruntaba que la noche anterior) a un pequeño estanque en el cementerio de Stirling, sito al pie del castillo de la misma localidad. Los servicios de limpieza de esa ciudad no madrugan en demasía y, en caso de hacerlo, darán prioridad a los espacios de los vivos.




Pie de foto.- Lo restos del supuesto botellón que retrató Rebocato en el cementerio de Stirling; pero.... no echemos la culpa a los protestantes ya que los causantes de tal aberración, bien pudieron ser católicos de Erasmus o de vacaciones, y puede que spanish para más señas, ya que, nuestra “juventudbaila” tiene bastante experiencia en estos menesteres. “De casta le viene al galgo”.



              PREMIOS NOBEL E INVENTOS

      Comparaba el guía del párrafo de más arriba que, Escocia, con poco más de 5 millones de pictos y arrimados, tiene 10 hijos suyos (de Escocia, no del guía) premiados con el premio Nobel, mientras que España, con casi 10 veces más de habitantes, solo tiene 7 (vamos a obviar al Vargas Llosas –con una evolución política, cuanto menos preocupante con el transcurrir de los años– ya que, aunque se nacionalizó español en 1993 y el Nobel lo consiguió en 2010, al fin y al cabo este escritor es peruano del Perú, y encima, deja a su mujer-prima de toda la vida y nos quita a la mujer que mejor casa en Spain, en fin, un roba mujeres casaderas en edad de merecer. Así es el amor sin intereses).

     Los premios Nobel conseguidos por Spanish son 7, a saber: 5 de Literatura y dos (el de Ramón y Cajal y el de Severo Ochoa) de Medicina.

     Los 10 premios Nobel de Escocia son: 3 de Medicina, 2 de Economía, 2 de la Paz (uno de estos por los estudios en nutrición), 2 de Química y 1 de Física.

   A continuación detallamos algunos de los inventos aportados a la humanidad por personal de Escocia y comentarios adicionales de Rebocato tratando de minimizarlos y/o desprestigiarlos sin poder llegar a conseguir su fin ni mucho menos:

     –La aguja hipodérmica: Terror de los niños y de los no tan niños.

     –El concepto de logaritmo: El John Napier haciendo de las suyas.

    –El caleidoscopio: El físico escocés que lo perfeccionó y patentó no llegó a cobrar ni un penique por el invento, total era un juguete.

     –La mejora de la máquina de vapor: Posible causa de la Revolución Industrial y de sus posteriores daños colaterales por el abandono de la cocina escocesa.

     –La televisión: Este invento si que ha ocasionado daños colaterales en las cabezas de los televidentes. ¡Ay Señor! ¡SÁLVAME! de “Sálvame”. La televisión llegó a España en el año que nací yo (hasta entonces se decía que los niños venían al mundo con un pan bajo el brazo, yo aparecí con la TV. y sin el menor atisbo de darme importancia). Y ocho años después de mi nacimiento entró un aparato de televisión en la casa de nuestro labriego castellanoviejo (la llegada de los adelantos), y no es que este lo comprara, simple y llanamente aconteció que su hija mayor –y el marido de esta (un "hasta siempre" para mi cuñado)– se la donaron graciosa y temporalmente.  Aquello fue un acontecimiento entre los vecinos de la plaza del Pozo –en el pueblo, entonces, coexistían apenas 4 televisores–, y el día que retransmitían una corrida de toros, la casa de nuestro labriego se llenaba de vecinos ansiosos por contemplar el ¿arte? de la tauromaquia. La sala –donde se ubicó el aparato de rayos catódicos con regulador de tensión adicional– y el portal de la casa se llenaban de vecinos expertos que opinaban más y mejor que los espectadores del tendido siete de la plaza de las Ventas madrileña.

      –El teléfono: En realidad el inventor del telefóno fue el italiano Antonio Meucci y lo llamó “teletrófono” Pero quien lo patentó fue el escocés Alexander Graham Bell en 1876, digo yo que algo más aportaría el Graham. Justo y cabalmente, 100 años después, aprobé las oposiciones para formar parte como empleado de la única, entonces, compañía de telecomunicaciones de Spain.
    Si el Graham Bell llega a saber lo que iba a ocurrir en el futuro con su invento,  a causa de las facturas y el trato que dispensan a sus clientes (otrora abonados) las empresas de telecomunicaciones, posiblemente lo hubiera dejado sin patentar. Pero mira por donde el Alexander, indirectamente, iba a solucionarme la vida, laboralmente hablando, a un antaño destripaterrones emigrado como yo. Gracias Sr. Graham.

     –La máquina fax: ¿Qué fas, máquina? (Solo para entendidos del idioma Valencia. Otro guiño a mis amigos del litoral).

   –El cloroformo: Gracias a este invento yo dormí placidamente bajo los efectos de la anestesia general, mientras me intervenían quirúrgicamente tres veces, en tres hospitales distintos, de tres capitales de provincia distintas, distantes y distanciadas entre si, en el espacio/ tiempo.

     –La penicilina: El Alexander Fleming debería de ser nombrado patrón de los toreros en sustitución de San Pedro Regalado, hijo, este, de judíos conversos para más INRI, es un decir –estos cristianoviejos...–).

   –La carretera macadamizada: El mejor invento para transitar por esos caminos de Dios desde las, muy anteriores, calzadas romanas)

   –La oveja Dolly: Se quedó la pobre a media vida, me la mataron por estar enferma. No obstante tuvo tiempo de tener seis borreguillos que, por cierto, no sé que habrá sido de ellos. Las ovejas en Escocia pululan por los verdes prados arrastrando sus lanas. Dijo una guía que no las suelen esquilar porque su lana es pésima. Tanto dar la tabarra con la magnifica calidad de las prendas de lana de Escocia y resulta que las fabrican con lana de Cachemira.




Pie de foto.- Ovejas si esquilar aunque estas aún no llevan las lanas arrastrando. Que pena que la oveja negra –¿o es carnero?– me estropeara la foto, es otro decir. Están los tiempos como para hacer chistes baratos, sobre ciertos temas.

   –La bicicleta a pedales: Mejor la posterior eléctrica que no es tan cansina.

    –El neumático hinchable: Solo un pero: se pincha…

   –El termo:  Para contemporizar el calentamiento, pero el no global.

   –El golf: El juego, no el coche de Volkswagen. El campo más antiguo está ubicado en la pequeña ciudad escocesa de Saint Andrews, con su famoso hoyo nº 18, donde en cuyo green llegó a plantarse mi cuñadísimo (desoyendo mis sabios consejos) con el fin de que yo le fotografiara posando agarrando el palo del banderín de dicho hoyo a pesar de estar los golfistas disputando dicho hoyo y con alguna de las pelotas dentro de la zona del green. Los jugadores hacían aspavientos para que se alejara, pero el cuñadísimo no se enteraba o hacia como que no quería enterarse, impasible el ademán. Al final se llevó sus instantáneas (realizadas por mi mujer –yo no me presté al juego– a la vez que, esta, se reía de las gesticulaciones de su cuñado) que inmortalizaban el histórico momento de pisar el hoyo por el que han desfilado los mejores golfistas del mundo, cosa que yo no logré (me refiero al posar para la instantánea) por falta de agallas, por recato o por el que dirán. Pero no me lo calentaron (al cuñadísimo) por la consabida flema británica, que dicen que gastan por allí; en nuestro pueblo castellanoviejo quisiera haberle visto yo invadiendo un melonar, hubiera echado flemas por la boca caso de pillarle el dueño. Los golfistas, ya con el green y el hoyo 18 libres, acabaron, con los respectivos emboques, el recorrido.

   –La huella dactilar: Como prueba para detener criminales y mangantes, que de nada sirve para gerifaltes políticos españoles; bueno sí, se les detiene, la gente de a pie cree que están en el trullo y resulta que están fuera; bien dando un par de yoyas: cierto cajero de caja “B” de un conocido partido político –que cuanto más roban sus elegidos, más les votan sus simpatizantes (de psicoanalista para los votantes, de otras opciones políticas, claro)– a un militante suyo; bien un conocido exbanquero asistiendo a la comunión de un nieto suyo –que posiblemente sea protestante, el nieto– pero cualquier excusa es buena para el juez de turno. Con un par ambos expresidiarios.

   –El telecopio gregoriano: Que no el calendario del mismo nombre.

  –El impermeable Macintosh: Barrunto que fue inventado sin fines altruistas, fue, más bien, para que el propio Macin no pillara tos en los días de lluvia copiosa a la hora h. 
En la semana que estuve yo en Escocia no vi caer ni una sola gota de agua, desenmascarando el bulo de los escoceses con respecto a lo que dicen ellos de su “peculiar clima”: “Las cuatro estaciones en un día” (serán las de Vivaldi) o: “Si no te gusta el tiempo que hace, espera 10 minutos”. (Yo esperé 10.080 minutos, y el tiempo permaneció, más o menos, invariable). Estos dos dichos los deben de tener los escoceses constantemente en boga con el fin de que la gente compre sus impermeables. Según los guías, era la tercera semana, seguida, que no llovía. Yo estuve por recomendar que hicieran rogativas como haciamos en nuestro pueblo castellanoviejo, y las recuerdo por asistir a ellas como monaguillo, y buenos trigales que se daban después de los rezos de letanías y de hisoparlos con agua bendita; pero dado que estaba en tierras de protestantes, me callé ya que  pensaba que lo mismo acababa como nuestro malogrado erudito Miguel Servet (teólogo y científico aragonés –no todo va a ser cantar y bailar jotas– que participó en la Reforma Protestante) al cual los protestantes calvinistas de las iglesias Reformadas (y no por albañiles precisamente) de Ginebra y lideradas por Calvino (este durante el proceso no estaba en desiertos remotos ni en montañas lejanas –versus Josemaripresidente respecto al 11–M de Madrid–), le condenaron a morir quemado en la hoguera junto a su libro, por escribir en él, entre otros apaños, que: la Trinidad era un demonio y monstruo de tres cabezas; y que el bautismo de niños era una obra de brujería. Él defendía que el bautismo se realizara a edad adulta. Es decir, el hombre montó un cristo considerable con la cristología sobre la Trinidad, entre otros.
   Vaya por Dios, lo que ha dado de sí el invento este del impermeable.

   –La luz de gas de coque: No la invento el músico Coque Malla porque entonces sería un invento de Spain.

   –La fotografía en color: Total para qué. Dicen los expertos que la buena fotografía que no envejece jamás, ni pierde glamour, es la realizada en blanco y negro.
Etc, etc…

    Resumiendo: “Que inventen ellos” Dicha frase, atribuida a Unamuno, está, hoy en día, totalmente tergiversada en su interpretación por la mayoría de las gentes, no de Scotland, sino de Spain.

    La frase original, que aparece en el ensayo “El pórtico del templo”, escrito por Miguel de Unamuno, con las palabras exactas que pronuncia Román (el cual no es el amigo maño de nuestro amigo Rebocato ni al que vio, este, miccionar) en su dialogo divagatorio con su amigo Sabino, son en realidad: Inventen, pues, ellos….”.


PD1.- No os creáis lo de la existencia del monstruo (Nessie) del Lago Ness, es todo un reclamo para atraer a incautos viajantes. Tampoco vais a llegar a ver a los lanzadores de troncos, Rebocato se quedó con las ganas de ello.


Pie de foto.- El monstruo del Lago Ness existe. Aquí le vemos que ha salido a la orilla a tomar el sol y con total descaro.

PD2.- El que viaje a Escocia y piense tener wifi gratis va dado, a Rebocato y CIA querían cobrarles 3 libras por día y habitación en el hotel en el que se hospedaban. Al final en el único lugar que consiguieron wifi por el morro fue en algún que otro Pub de Edimburgo y no en todos ni mucho menos. ¿La tacañería escocesa manifestándose nuevamente?. Nada de eso, los escoceses son prácticos. Por cierto, allí nuestros datos no funcionan.

PD3.- Existen las simpáticas vacas peludas, pero se ven pocas.


Pie de foto.- Parece ser que a las vacas peludas rojas tampoco las esquilan.



Pie de foto.- Y a las negras idem de idem.



       A los cerdos les tratan peor.



Pie de foto.- El animalito aún lleva las armas asesinas clavadas en el lomo. La fotografía se realizó en el escaparate de una taberna al lado del Museo Nacional de Escocia en Edimburgo.

PD4.- Recapitulando: Rebocato continúa con su labor altruista que tiene como cometido el desengañar a sus lectores, con el fin de concienciarles para que no viajen al extranjero a lo tonto, ya les cuenta, él, los viajes de primera mano al tener que cencerrear por esos mundos de Dios, obligado, y no quiere que vosotros paséis por ese mal trance de aguantar a gente extraña que no se le entiende ni “atá”. Además de tener que comer de mala manera, madrugar mucho, trasnochar en demasía, andar sin descanso y gastar perras sin necesidad (otra forma, guardando las distancias, de evadir capitales), ya que os podéis montar la película viajera tranquilamente leyendo las historias de Rebocato en el sofá o a pierna suelta en la cama, aunque, dicho sea de paso,  los que paséis por el brete de la lectura –que falta nos hace a todos aunque no sean estas historias las más adecuadas– también tienen su penitencia.  

   "Anem a més" (otro guiño, con triple sentido, dirigido a los amigos de Rebocato del litoral Este que tan bien –y también– le sobrellevan).  



            HistoriasdeRebocato@julio-2016